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Parkinson: ¿cómo detectar primeros síntomas?

El Parkinson es una enfermedad neurológica grave y progresiva, que afecta una pequeña área de las células del cerebro. Los factores de riesgo y los primeros síntomas a tener en cuenta. 

Por El Litoral

Jueves, 12 de abril de 2018 a las 04:00

Se conmemoró ayer el Día Mundial del Parkinson. Siempre es importante resaltar que es una enfermedad del sistema nervioso, afecta a las estructuras del cerebro encargadas del control y la coordinación del movimiento y la postura. Una de esas estructuras es la sustancia negra que contiene un neurotransmisor esencial para la regulación del movimiento que es la dopamina, la cual se encuentra disminuida en esta enfermedad. ¿Cuáles son los signos y síntomas principales?
El Parkinson es una enfermedad neurológica grave y progresiva, que afecta una pequeña área de las células del cerebro. Estas células, de manera gradual, se degeneran y mueren. Su pérdida produce la disminución de la elaboración de una sustancia química vital denominada dopamina, con el surgimiento de síntomas que incluyen temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y pérdida del equilibrio. Fue descripta por primera vez por un médico británico llamado James Parkinson, en el año 1817.

Síntomas para tener en cuenta
- Temblor en Reposo 
- Hipertonía Muscular (rigidez muscular) 
- Bradicinesia (lentitud de los movimientos voluntarios) 
- Pérdida de Reflejos Postulares 

Preguntas clave
1.    ¿Cuáles son los signos y síntomas secundarios?
•    Disminución del volumen de la voz
•    Disminución del tamaño de la escritura
•    Disminución del balanceo de brazos
•    Constipación
•    Aumento de la saliva
•    Trastornos del sueño
•    Depresión

2.    ¿Cuál es la causa de la enfermedad de Parkinson?
La causa se desconoce. Las investigaciones postulan que factores ambientales como toxinas, contaminantes, herbicidas, pesticidas podrían causar la enfermedad en personas susceptibles genéticamente.

3.    ¿La enfermedad es hereditaria?
Si bien en la mayoría de pacientes no es hereditaria, sobre todo si comienza después de los 50 años de edad; se han identificado varios genes responsables de la enfermedad en una minoría de casos heredados.

4.    ¿La enfermedad es contagiosa?
No.

5.    ¿Es una enfermedad frecuente?
Se calcula que la incidencia (número de casos nuevos por año cada 100.000 habitantes) es de 21 a 25 casos cada 100.000 habitantes. La Enfermedad de Parkinson se concentra en las etapas tardías de la vida, y tan sólo del 4 al 10 % se presenta antes de los 40 años. La prevalencia de la EP es de 1.4% en la población por encima de los 55 años, y de 4.5 % en la población mayor de 85 años. La edad media de comienzo está en torno a los 55 años y aunque existen formas tempranas de la enfermedad (un 5-10% de los pacientes tienen menos de 40 años), la mayoría tienen entre 50 y 80 años.
El Parkinson no tiene una zona específica para su comienzo; de hecho, puede ser tan ocasional que es frecuente que comience en la mano, la pierna, o cualquier parete del cuerpo. Algunos pacientes refieren dolor en las piernas por calambres, frío, ardor o sensación de entumecimiento y dolor de cabeza (cefalea) o dolo de cintura (lumbar)

Trastornos del sueño
El mal de Parkinson que todos conocemos se caracteriza por el temblor generalizado, la rigidez y la lentitud de movimientos. Sin embargo, estos síntomas podrían indicar que la enfermedad está ya en un estadio avanzado: "El mal parecería comenzar bastante antes con trastornos no motores -afirma el doctor Federico Micheli, jefe del Programa de Parkinson del Hospital de Clínicas-. Ocho o diez años antes de ese momento, se presentan problemas del olfato y constipación, por ejemplo. Y, según un estudio que realizamos recientemente, unos cinco años antes pueden aparecer trastornos del sueño".
Estas alteraciones, descriptas en la bibliografía médica y conocidas como "trastorno de conducta del sueño REM" (sigla en inglés que corresponde a rapideyemovement o «movimiento ocular rápido», el signo que caracteriza a cuatro o cinco etapas de gran actividad neuronal que se registran a lo largo de la noche), se caracterizan por sueños desagradables, generalmente de peleas con otras personas o con animales, y durante los cuales los pacientes realizan movimientos violentos de brazos o piernas (como patadas o puñetazos), gritos e insultos, según explica Micheli.
"Pareciera que están «actuando» su sueño y pueden llegar a golpear o lesionar a la persona que duerme con ellos; pueden pegar patadas o puñetazos y emitir vocalizaciones, dar gritos e insultos, caerse de la cama o chocar contra muebles", agrega el especialista.
Para corrobar la existencia del problema en nuestro medio y verificar su magnitud, los especialistas del Hospital de Clínicas evaluaron a 50 personas (27 hombres y 23 mujeres) de 64 años, en promedio, y en los que la enfermedad llevaba algo más de seis años de evolución.
De ellos, el 44% presentó manifestaciones de este problema, con una frecuencia muy variable que podía ir desde una vez por día o hasta dos o tres por año. En el 27% de los casos, el problema había aparecido cinco años antes que los síntomas motores.
"Este tipo de trastornos del sueño no sólo se presenta en el Parkinson -aclara Micheli-, sino también en las atrofias multisistémicas. La localización de lesiones en el tronco del encéfalo sería anterior a las de la sustancia nigra del cerebro, características del Parkinson. También sabemos que hay personas que tienen este problema y no van a evolucionar hacia la enfermedad."
Según explica el doctor Oscar Gershanik, director científico del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, aunque entre los síntomas que preceden al Parkinson están la pérdida selectiva o total del olfato, la constipación y los trastornos del sueño, uno solo de ellos no es concluyente. La presencia de varios, sin embargo, es altamente sugestiva. "Hay estudios muy serios de pacientes a los que en un laboratorio los sometieron a pruebas olfatorias, y que además padecían trastornos del sueño, a los que cuando se les hicieron estudios de imágenes ya presentaban alteraciones compatibles con un diagnóstico de Parkinson", afirma.

Tratamiento precoz
Las personas que padecen estos cuadros no descansan bien durante la noche y pueden estar excesivamente cansados durante el día. Además, dado que de por sí tienen dificultades motrices, lo que los predispone a caídas y otras lesiones, este problema extra puede aumentar el riesgo de lesiones físicas.
Ante estos síntomas, ¿corresponde iniciar el tratamiento? "Es una discusión vigente en este momento -dice Gershanik. Si bien no hay evidencias inequívocas, hoy se tiende a que cuanto más temprano se inicie el tratamiento, mejor. La teoría del doctor Stuart Shapira, de Londres, es que si uno inicia el tratamiento precoz, compensa la pérdida de neuronas. Según esta hipótesis compensatoria, cualquier tratamiento que compense el déficit actuaría beneficiosamente. Lo que ocurre es que uno tiene que sopesar los pros y los contras." Y enseguida agrega: "Íntimamente, creo que si yo notase que tengo pérdida del olfato y evidencia de disfunción dopaminérgica [de las neuronas que producen el neurotransmisor dopamina], empezaría a tratarme".
Aunque estos trastornos del sueño son característicos del Parkinson, Micheli asegura que los pacientes muchas veces los pasan por alto. "Vienen tan dirigidos a decirnos que tienen temblor, que se olvidan de las otras cosas", afirma.

DESTACADO

El Parkinson puede comenzar con ciertos trastornos del sueño.

 

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