Dieta Paleolítica: ¿moda o salud? 

Por Narella Antonina Colussi

Colaboración Especial

Actualmente, dada la vorágine del movimiento fitnesseste patrón de conducta alimentaria se vuelve frenético al punto de la obsesión y la demonización de nutrientes y grupos de alimentos indispensables para la supervivencia humana.

La verdad de la corriente paleo

El ser humano es el resultado de millo¬nes de años de evolución, sus genes han evolucionado adaptando el or¬ganismo a las diferentes formas de alimen¬tación que los cambios en el ambiente impusieron a nuestros ancestros. En con¬secuencia, nuestro diseño metabólico es el resultado del ajuste continuo a esos cam¬bios; resulta así inapropiado comparar los efectos metabólicos de la alimentación de millones de años atrás con la presente.

Este tipo de alimentación se encuentra vinculada a los entornos de actividad física y deporte, asociándola muchas veces como potenciadora del rendimiento. Sin embargo, las necesidades de energía, carbohidra¬tos y de proteínas de los deportistas son superiores a las de las personas sedenta¬rias. Un consumo adecuado y suficiente de hidratos de carbono es fundamental para mantener la salud y el rendimiento depor¬tivo. Cuando la intensidad del ejercicio supera un cierto umbral, el cuerpo necesi¬ta la energía almacenada en el músculo en forma de glucógeno. Así, cuando las reservas de glucógeno seagotan, sobreviene la fatiga.

Por lo tanto, unas buenas reservas de glucógeno son fundamentales para poder realizar entrenamientos de calidad. El contenido en hidratos de carbono de la dieta paleolítica es muy bajo, puede favorecer el síndrome de sobre entrenamiento y la supresión del sistema inmunológico, de este modo es difícil que cubra las necesidades de hidratos de carbono de los deportistas.

¿Es sustentable consumir pocos carbohidratos?

Los hidratos de carbono son la fuente principal de energía de nuestro organismo, los cuales al ser digeridos se transforman en glucosa que se transporta por la sangre y se transforma en glucógeno que se almacena en el hígado y músculos, además es la energía instantánea para nuestro movimiento.

Cuando remitimos la cantidad de hidratos de carbonoel glucógeno baja considerablemente, por tanto el cuerpo tiene que emplear la reserva grasa para formar cuerpos cetónicos, admitidos como combustible por algunos órganos en especial el cerebro. Sin embargo, si esta situación se mantiene durante varios días los cuerpo cetónicos se acumulan en sangre ocasionando cetosis con grandes efectos tóxicos que generalmente se acompañan de mareos y dolores de cabeza, orina con olor muy fuerte, sudor fuerte, falta de apetito y náuseas.

El motivo más importante por el cual una alimentación pobre en carbohidratos no es sustentable a lo largo de los años es porque carece de adecuación respecto a los requerimientos nutricionales, hábitos, gustos y costumbres de la población en el marco de una nutrición equilibrada y placentera que es el paradigma científicamente avalado actualmente.

EL DATO

Narella Antonina Colussi

Magíster Internacional en Nutrición y Dietética con especialización en Nutrición Clínica.

Mendoza 1471, Corrientes. Celular: 0379154628308

DESTACADOS 

Unas buenas reservas de glucógeno son fundamentales para poder realizar entrenamientos de calidad.