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Brillo de sol, jilguero dorado

En relación a la cultura musical, el jilguero está presente en las letras de la música regional o en sus artistas. “Canta como un jilguero”, se oye decir. En esta simbiosis de aves y chamamé traemos en esta ocasión el tema “Penas de aves” del conjunto Trébol D4. 

Por Paulo Ferreyra

Colaboración: Abel Fleita

Especial para El Litoral

Jilguero dorado (Sicalis flaveola) es un ave pequeña, de unos 14 centímetros. Es un locuaz semillero de zonas arboladas. Su hábitat es extenso pues pueden ser observadas en campos abiertos, arbustivos, sabanas, bordes de selvas, bosques, parques urbanos y jardines. Se alimentan en el suelo o directamente de algunas plantas. Gusta de granos de pastos y otras plantas como amarantos. Además, consume frutas de tala y moras, en menor medida de brotes y hojas.  También come insectos como tucuras, escarabajos y moscas.  Es similar al misto en apariencia (Sicalis luteola), se diferencia en que el macho es mucho más amarillo y tiene la frente de color anaranjado suave, la hembra en cambio difiere en su plumaje ya que es barrado entre grisáceo y marrón. 

Esta ave tiene sus crías de enero a octubre, anida en huecos de árboles, postes, caños de luz, postes de alambrados, nidos abandonados de carpinteros, horneros, leñateros, espineros y otras aves. El macho inicia un canto de indicación del nido a la hembra. Pone hasta 5 huevos ovoidales de color crema o blanco verdoso con manchas pardas y grisáceas. Tiene como mínimo dos nidadas al año, explica Eduardo Palombarini y Liliana Tejer en la app gratuita de Aves Argentinas. 

Adaptado a zonas urbanas 

“Los ecosistemas urbanos y suburbanos son áreas transformadas por las actividades antrópicas que sustentan una importante diversidad biológica. La alteración del campo acústico afecta la comunicación entre animales, poniendo en riesgo la estabilidad de sus dinámicas poblacionales”, explican en un documento El jilguero dorado (Sicalis flaveola) modifica la estructura de sus vocalizaciones para adaptarse a hábitats urbanos, investigación realizada por Evelina León, Adolfo Beltzer y Martín Quiroga. El informe fue publicado en la revista SciELO Analytics, publicación mexicana de la biodiversidad.

“Cuando la comunicación acústica se realiza a distancia, como en el caso de las aves, la señal que llega al receptor puede diferir de la emitida debido a la degradación y contaminación acústica; por lo cual las especies deben modificar sus vocalizaciones para comunicarse efectivamente. Se estudiaron las vocalizaciones del jilguero dorado (Sicalis flaveola) en dos sitios con diferentes grados de contaminación acústica. El área con mayor contaminación acústica registró trinos más breves con frecuencias, máximas y mínimas, más elevadas; así como un preludio con frecuencias máximas más bajas. Los datos constituyen el primer aporte a la estructura de la vocalización del jilguero dorado en las áreas de estudio y brinda evidencias sobre las modificaciones que sufren por la contaminación acústica. Esta especie ajusta sus vocalizaciones a la contaminación acústica de diversas maneras simultáneamente, según las posibilidades intrínsecas de la especie”. 

“Penas de las aves” 

Un grupo de Santo Tomé, provincia de Santa Fe, se promociona como “Trébol D4 chamamé — Diversión Asegura”.  Se formaron en el mes de noviembre de 2011 y su debut sobre el escenario fue en El Festival El Potro en Recreo, Santa Fe. “Fuimos por un compromiso, pero no teníamos un nombre. Así que dialogando entre los cuatro dijimos vamos a ponerle Trébol D4 y así quedó. En la actualidad soñamos con conocer las distintas ciudades de nuestro país y hacer conocer este estilo chamamecero”, cuenta. Hoy el grupo está integrado por Julio Olivares, Patricio Espinosa, Daniel Alderete y Nolasco Vera. 

En este camino que emprendimos de aves y chamamé, hoy se dan la mano el jilguero dorado y el tema “Penas de las aves” del grupo Trébol D4. Es posible encontrar esta melodía en Youtube, uno de los músicos del grupo cuenta que su estilo es bailantero. “Nuestro estilo apunta al público de las bailantas, a los festivales, jineteadas. Creemos que esos grandes espectáculos requieren del chamamé. El chamamé es el protagonista de estos espectáculos”. La intimidad de cada integrante de Trébol de 4 Chamamé se bifurca en las fuentes de inspiración. La inspiración de Daniel Alderete se inclina más por la costa del río, el agua, las aves, la tierra, una briza que llega o que lo acaricia le inspira para sacar algo con su acordeón. “En mi caso la inspiración viene por estar tranquilo, solo con el mate y la guitarra”, explica Nolasco Vera. “En esa atmósfera vienen momentos, paisajes, la niñez de tiempos felices, entre otras cosas que me llevan a componer. Todo lo que hago en esa soledad lo llevo al grupo para trabajar cada composición”. 

“El tema Pena de las aves nacen del semillero de Daniel Alderete, es un tema que le pertenece donde he colaborado con las glosas. Es un muy buen tema. La composición de este tema surgió en una época difícil, muy complicada para los animales. En la zona de Santa Fe se han sacado muchos árboles a través de los desmontes hechos para sembrar soja. Nosotros sacamos a luz lo que las aves han perdido”, explica Vera.  A mitad del tema se escucha las glosas donde en parte dice, “en mi norte argentino sufren de penas las aves, porque ya no están sus algarrobas, chañares, cañaberales. Zapallo, algodón y trigo ya todo está perdido. Al campo le ganó la soja, tal vez no entienda la cosa, pero siento el sufrimiento”. 

Música a toda hora 

El jilguero dorado es una de las aves que puede brindarnos experimentadas serenatas en cualquier momento del día, ya que es de las que se encuentran en lugares urbanos, rurales o sumamente agrestes. Son pequeñas, pueden estar solas, en pareja o a veces en ciertas bandaditas, movilizándose tras sus alimentos que se encuentran en diferentes tipos de ambientes. 

Si bien son muy nombrados, conviene recordar que la especie posee dimorfismo sexual, es decir, los aspectos externos como el plumaje, difieren entre machos y hembras. Para el caso de los primeros, podrán verse en los registros que hoy nos acompañan, se destaca el plumaje amarillo, que en la zona de la cabeza puede tornarse un poco rojiza. Las hembras, en cambio, son de un color grisáseo, que sobre el pecho es más blanquecino. En general, en ellas se destacan sus finas estrías en buena parte del cuerpo. 

En relación a la cultura musical, el jilguero está presente en las letras del chamamé o en sus artistas. “Canta como un jilguero”, también oímos decir a veces en la música del litoral de argentina cuando el intérprete posee voz melodiosa, agradable a los oídos y a la vez de notas altas, agudas. 

Podemos sentirlo nombrar en el tema “Los pajaritos” y a la vez descubrir, a través de esta ave, al cantante y compositor Lisardo Cáceres, “el jilguero”, de innumerables chamamés clásicos interpretados en dúos o trío de voces, en especial junto al conjunto de Tránsito Cocomarola. 

Las imágenes que hoy nos acompañan, fueron tomadas en zonas rurales. La del macho en una siesta de intenso calor y la de la hembra antes del atardecer, en un árbol de tala solitario, de esos que se encuentran en sintonía con los alambrados, previos al monte. 

Recordando a aquel individuo de la calurosa tarde sobre el poste, entonando frente al observador y siendo a la vez fuente de inagotable inspiración, podemos entender que el jilguero dorado es el pequeño sol en la tierra. 

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