¿Es posible ser un poco más feliz?
Colaboración Especial
1. Desarrollar el hábito de
practicar a menudo “rituales
de felicidad”
La mayoría de las personas creen que alguien más debe hacerlas felices, llámese padres, pareja, hijos, amigos, etc. Pero nadie puede hacer feliz a nadie. ¿Por qué? Porque la felicidad no es algo que nos cae de repente del cielo sino, más bien, un hábito que debemos activar. Para ello, podemos realizar ciertos rituales, es decir, actividades repetitivas que nos brinden placer. Para algunos será leer o escuchar música; y para otros, cocinar, trabajar en el jardín o hacer manualidades.
Practicar aquello que nos hacen sentir a gusto es una manera de hacer crecer, de construir, nuestra felicidad. Descubrí aquello que te brinda placer… y llevalo a la práctica.
2. Desarrollar el hábito
maravilloso de agradecer
por todo
¿Sabías que expresar nuestra gratitud, aun por las cosas más pequeñas, incrementa nuestro bienestar?
Evitemos las noticias que nos disparen emociones negativas y enfoquémonos, en cambio, en todo lo bueno que hay en nuestra vida. Aun cuando atravesamos momentos duros, siempre hay algo por lo que podemos decir “gracias”.
El solo hecho de respirar y estar vivos un día más es una razón más que suficiente. Muchos que admiramos por su éxito, en el fondo, no son felices porque no son gente agradecida.
El modelo sano de felicidad que todos deberíamos adoptar es: disfrutar el presente, y estar agradecidos por este, construyendo un futuro que valga la pena y por el que podamos dar las gracias también.
3. Descubrir y perseguir, con perseverancia, el propósito por el cual nacimos
¿Cuándo recibimos nuestro propósito de vida? En el vientre de mamá. Cuando, ya adultos, lo descubrimos, cuando sabemos a qué hemos venido, nos resulta sencillo desplegarlo porque poseemos un potencial con todas las habilidades necesarias para cumplirlo. Y, lo que es mejor, al llevarlo a cabo somos inmensamente felices.
¿De quién depende mi felicidad? Unicamente de mí mismo. La felicidad que alcanzamos depende solo de cada uno de nosotros que decidimos, voluntariamente, ser felices… o no. No importa lo que suceda alrededor. Solo yo decido, hoy y a cada instante, ser libre y feliz.
¿Te gustó la nota?
Ranking
Comentarios