Más de 15.000 manifestantes anticuarentena, antivacuna y ultraderechistas marcharon ayer por Berlín sin distanciamiento ni tapabocas proclamando el fin de la pandemia de coronavirus, en pleno repunte de contagios en Alemania y el día que el país registró su mayor incremento de casos en tres meses.
La marcha, convocada como el “Día de la Libertad”, discurrió por las cercanías de la Puerta de Brandeburgo entre consignas contra la “tiranía” de la jefa de Gobierno alemana, Angela Merkel, y sus supuestos aliados, la industria farmacéutica y el multimillonario estadounidense Bill Gates.
Quedó desarmada antes de llegar a su objetivo, la Columna de la Victoria, en el corazón de la capital, en medio de tensiones entre policía y los convocantes.
Apenas nadie respetaba el distanciamiento física ni menos aún usaba la mascarilla, pese a ser esta una de las condiciones impuestas por las autoridades para autorizar la marcha.
La manifestación se transformó, entonces, en decenas de grupos disgregados dispuestos a concentrarse de todos modos en la Columna, mientras otros se dirigían a objetivos alternativos, como la sede de la Cancillería o Jefatura de Gobierno, informó la agencia de noticias EFE.
Llegaron a reunirse unos 17.000 manifestantes, según la televisión pública regional RBB, entre los que también había comerciantes descontentos con la restricciones a la vida pública.
El mero hecho de adoptar como consigna común la referencia al “Día de la Libertad” delataba un interés ultraderechista en la convocatoria.
Las autoridades berlinesas desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad; porque la movilización coincidió con una veintena de otras manifestaciones, incluidas tres de signo izquierdista contra la marcha de los negacionistas.
Al despliegue para ese tipo de manifestaciones políticas se suman otros dispositivos policiales destinados a evitar problemas de orden público ante el creciente número de fiestas “espontáneas”, que desde hace semanas se suceden en la capital alemana.
La manifestación por el fin de las restricciones se produce en un momento de gran preocupación entre las autoridades por el incremento de nuevos contagios, tanto “importados” como locales.
(GAL)