El hombre que ayer mató a puñaladas al inspector de la Policía Federal Juan Pablo Roldán en el barrio porteño de Palermo y murió a la madrugada a raíz de los balazos que recibió durante el hecho, había sufrido “brotes psiquiátricos” días antes y “no estaba tomando la medicación” correspondiente, según informó su madre.
Tras decretar una jornada de duelo, el presidente Alberto Fernández envió sus "sinceras condolencias" a la familia del policía y reiteró su "compromiso con todos aquellos que desde las fuerzas de seguridad arriesgan su vida para cuidar a todos y a todas".
Por su parte, Carolina, la esposa del fallecido inspector Roldán, con quien tenía un hijo de cuatro años, aseguró a la prensa que su marido se sentía "feliz" con su trabajo.
"Siempre me daba miedo, nunca me gustó que fuera policía, él lo amaba, lo llevaba en la sangre, era su sueño. En algún momento pensó (dejarlo), pero no sabíamos, si dejaba no íbamos a tener de qué vivir, era su profesión, su todo", señaló la mujer a Todo Noticias (TN).
Carolina es oriunda de Colombia y en esa entrevista pidió ayuda para que su padre pueda viajar desde aquel país para acompañarla en este momento porque se encuentra sola, tras lo cual la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, se comunicó en las últimas horas con ella para ponerse a su disposición y desde el Gobierno se instruyó al canciller Felipe Solá para que gestione el traslado.
El agresor
En tanto, fuentes policiales informaron a Télam que el agresor de Roldán, identificado como Rodrigo Facundo Roza (51) y quien aparentemente se hallaba bajo un cuadro de alteración mental, murió este martes las 3.30 en el Hospital Fernández, donde había sido intervenido quirúrgicamente debido a las lesiones de bala que le efectuó el policía cuando se defendió del ataque a puñaladas.
Según explicaron en el centro asistencial, el hombre presentaba lesiones en una pierna y en el abdomen, con compromiso del hígado, bazo y tracto intestinal.
Marta, la madre de Roza, admitió esta mañana que su hijo había tenido "brotes psiquiátricos" y "dejado la medicación", aunque aseguró que ayer, cuando ella lo vio antes del episodio, "estaba perfecto".
"Él era un chico muy católico, buenísimo, era un amor de hijo y se ve que tuvo un brote psiquiátrico", recordó la mujer en diálogo con Telenueve.
La madre de Roza admitió que su hijo "no fue bien tratado psiquiátricamente" y que días atrás buscó "otro psiquiatra" para que lo atendiera pero que no lo había conseguido.
Mientras que el encargado del edificio donde vivía Roza contó que los vecinos están "sorprendidos" por lo ocurrido ya que lo consideraban un hombre "normal", que "nunca agredía a nadie, hacía una vida normal y era tranquilo".
(EN)