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La muerte anunciada de Thelma Stefani

Por El Litoral

Domingo, 21 de noviembre de 2021 a las 01:03

Por Francisco Villagrán
[email protected]
Especial para El Litoral

La vida en el Buenos Aires de esa época estaba plena de actividad cultural y artística, con destacadas figuras que descollaban en cada disciplina. Thelma Stefani era una actriz que había realizado intensa actividad en el mundo del cine, era seductora, intensa y muy bella. También había comenzado a incursionar como vedette en algunos teatros de revistas, con marcado éxito en algunas obras, pero ella quería dejar de lado su imagen sexy y dedicarse a la comedia y el drama, por lo cual comenzó a estudiar cinematografía con destacados cineastas como Augusto Fernández, entre otros. Algunas de sus películas fueron: “Con mi mujer no puedo”, “La aventura explosiva”, “Correccional de mujeres”. Su trabajo consagratorio fue “Natasha”, junto a Enzo Viena. También tuvo participación en telenovelas como “Julián de madrugada”, “Pelear por la vida” (junto a Graciela Borges y Monzón), “Herencia de amor” y “Los cien días de Ana”. Los que la conocían bien, sabían de sus vínculos con el esoterismo y las magias negra y blanca, y también era habitué de las prácticas de umbandismo; en algunos rituales habría participado en  sus viajes a Brasil. Todo esto no hizo más que aportar misterio y enigma a su existencia, sobre todo la trágica forma en que terminó su vida, suicidándose. Era la madrugada del 30 de abril de 1986, cuando se tiró desde el balcón del piso 21.
También su vida amorosa fue muy activa, tuvo muchos amores pasionales con las figuras más conocidas del ambiente, entre ellos Ricardo Bauleo, con quien convivió durante seis meses; Ricardo Morán, Daniel Miglioranza, el boxeador Carlos Monzón, el expresidente Carlos Menem, y Fabio Zerpa, el investigador y ufólogo, que fue uno de los amores de su juventud. Tuvo una galería afectiva muy variada, pero lamentablemente marcada por la frustración. Parecía que su vida ya estaba marcada por la tragedia. Los intentos de suicidio no eran novedad en la vida de la bella Thelma. Años atrás había tenido una discusión con su pareja de turno, luego de esto ingirió unas 30 pastillas y fue salvada gracias a la urgente intervención de su pareja, que la llevó rápidamente al hospital. Más de una vez comentó entre sus allegados su intención de irse antes de este mundo, insinuando que se quería suicidar.
 Otro hecho premonitorio que debe ser tomado como un mal presagio, fue que una semana antes de arrojarse desde el balcón de su departamento, Thelma fue al velatorio de su tía, en la misma casa velatoria donde luego serían despedidos sus restos. ¿Casualidad o coincidencia? Vaya a saber. Es el destino de cada uno. 
La última cena
Entre los hechos premonitorios vinculados a su muerte, hay uno más que importante y sorprendente. El día viernes 25 de abril, un matrimonio amigo le organizó a Thelma una cena en reconocimiento a su trayectoria y para tratar de sacarla un poco del pozo depresivo. Ella eligió a los invitados que curiosamente fueron 13. El representante de la actriz, Tito Rivier, recordó sobre esa reunión que se llevó a cabo en el departamento del matrimonio anfitrión, que Thelma, en determinado momento, dijo: “¡Zas, somos trece en la mesa! Me parece que alguien va a morir pronto”. Los que la conocían sabían que lo decía en serio, sus rostros mostraron preocupación, pero luego todo se atemperó con algunos chistes y pasó el mal rato. Thelma esa noche estaba vestida con un impactante y sugestivo vestido negro ajustado al cuerpo. Y otra coincidencia más: en esa cena ella posó en una foto junto a un reloj de pie que marcaba justamente la hora en que se desencadenó la tragedia cinco días después.
Fue una velada por demás extraña. Uno de los asistentes se descompuso y, ante la preocupación de todos, Thelma le dijo al hombre que se iba a poner bien, que no se preocupe, para lo cual le hizo una especie de imposición de manos, y le dijo que le envió un mensaje presumiblemente extrasensorial que le ayudaría a recuperarse. Todo muy extraño. Al terminar la cena, se despidió de cada uno de los invitados y, junto a su peinador, se dirigieron a la casa velatoria ubicada en Basualdo 257, donde estaban velando a la tía de la actriz, fallecida inesperadamente. En una suerte de implacable mueca del destino, en ese mismo lugar se realizaría el velatorio de Stefani, el miércoles siguiente. 

El triste final
Ese miércoles 30 de abril de 1986, en la madrugada, alrededor de la 1.30, se desencadenó la tragedia. Thelma, solo ataviada con un deshabillé, hizo varios llamados por teléfono, dejó una carta en un sobre arriba de una mesita, y dejó encendida la luz de su pequeño departamento. Ya estaba todo decidido. Tomó dos botellas de cerveza y encima ingirió una pastilla de Lexotanil. Hizo una última llamada a su pareja de ese momento, llamado Alejandro, para comunicarle su decisión. “Alejandro, ya lo tengo decidido, no aguanto más, me mato”. Su novio, enloquecido, intentó calmarla: “Thelma, por favor, pensalo, no hagas eso, calmate, ya voy para allá y hablamos…”. Y salió disparado raudamente hacia su casa, que no quedaba muy lejos, en el barrio Colegiales. Cuando llegó, vio la luz encendida en el piso 21 y llamó por el portero. “Abrime por favor, no cometas una locura, abrime y hablamos”. Por respuesta recibió un “esperame, Alejandro, ya bajo…”. Ella no bajó. Enseguida escuchó un terrible grito proviniendo de las alturas y vio cómo el cuerpo de la mujer impactaba con golpe tremendo en el techo de una camioneta estacionada frente al edificio. Se puso como loco, lloraba, le hablaba al cadáver, contó un vecino que había visto el final. Fue tremendo, todo el barrio se despertó con el ruido y las posteriores sirenas de ambulancias y policías. Pero ya no había nada que hacer, había caído de una altura superior a los 80 metros, imposible sobrevivir. Ella tenía 40 años, muy joven todavía, y su pareja, de 25, estaba devastado, incrédulo de todo. Murió como había vivido, rápido y quemando etapas. Un piadoso recuerdo para ella. Algunos vecinos aseguran que hasta algunos años después de ocurrida la tragedia se escuchaban estremecedores gritos en la madrugada y vieron una figura fantasmal de mujer deambulando frente al edificio… 

Fuente: Ricardo Filighera - Crónica Espectáculos.

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