Una familia de Rosario fue secuestrada y encerrada dentro de su propia casa por al menos cinco delincuentes el lunes último. Pero esta familia no fue la damnificada final del robo. Los ladrones entraron para realizar un agujero en una de las paredes del lugar y así asaltar a la empresa de transportes de caudales Brinks, lindera a la casa. Todavía no se conoce el monto total del robo.
El hecho, digno de un guión de película, ocurrió en un domicilio ubicado en la calle Presidente Roca al 2700. Guillermo Algarañás, que vive allí junto a su hermano, fue la primera víctima, según confirmaron fuentes policiales y judiciales de la jurisdicción a Infobae, tras el hecho adelantado por Rosario3. Algarañás contó ante un canal de televisión local los sucesos sufridos la última noche.
“Fue cerca de las 21.30. Yo había recibido a mi hija con mis nietos, que nos vinieron a visitar. Los ladrones se aprovecharon de que yo había dejado la puerta abierta para que vengan mi hija con los chicos. Ingresaron dos jóvenes, armados, con mucha energía pero sin violencia. Nos dijeron que nos portemos bien y nos dijeron que su propósito era el de asaltar la transportadora de al lado”, afirmó.
La víctima del asalto advirtió que los delincuentes parecían profesionales. “Eran muy bien hablados. Nunca perdieron los nervios y a nosotros nos trataron muy bien en todo momento”, afirmó. Luego, aseguró que a él le ataron las muñecas y las manos con dos esposas y que su hija fue maniatada con un alambre.
(EN)