El seleccionado argentino jugó de mayor a menor frente a Chile y terminó resignando dos puntos en el empate de anoche ante su par de Chile, 1 a 1, en encuentro correspondiente a la séptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas que por primera vez tuvo lugar en el estadio Único-Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
El homenaje a Diego Maradona marcó un emotivo arranque de partido para Argentina, que salió decidida a ser digna de él y desde ese dispositivo dominó a Chile durante la primera media hora de partido.
Con Ángel Di María por izquierda y Lucas Ocampos por derecha se dispuso a atacar el equipo argentino, siempre con Lautaro Martínez entrando y saliendo por el centro de la ofensiva y Lionel Messi suelto, buscando y encontrando esos espacios por donde clavar el estilete que lleva en su pierna izquierda.
A los 24 minutos el equipo albiceleste llegó a la justa ventaja mediante un tiro penal sancionado por el árbitro venezolano Jesús Valenzuela a instancias del VAR; tras una falta de Guillermo Maripán a Lautaro Martínez.
Desde la sala del VAR le llegó la sugerencia a Valenzuela de observar el monitor y allí comprobó que la infracción que él no había advertido del defensor chileno, efectivamente había existido.
Messi definió con categoría, a la izquierda de su excompañero en Barcelona, Claudio Bravo, que se arrojó hacia la derecha, y la ventaja en el juego se transfería sincronizadamente al marcador.
Pero a partir de allí los chilenos crecieron en su juego, no hasta el punto de inquietar demasiado a la zaga argentina, pero si por lo menos para quitarle la pelota a Messi y Rodrigo De Paul, de buena tarea.
De hecho, un tiro libre de Messi que Bravo descolgó en el ángulo superior izquierdo, pudo poner a Argentina dos goles arriba en el marcador, pero una desatención de Juan Foyth, forzado nuevamente a ser lateral derecho, lo llevó a cometerle una falta cerca del área a Jean Meneses que iba a resultarle fatal a los albicelestes.
Es que la ejecución de Charles Aranguiz al segundo palo, de izquierda a derecha, encontró a Gary Medel ganándole la espalda a todo el fondo argentino, y su centro forzado al medio del área chica encontró a Alexis Sánchez casi llevándose la pelota por delante para marcar la igualdad y el primer gol de su carrera a la Argentina.
Así se consumió el primer tiempo y los nervios empezaron a consumir a Scaloni, que buscó con las variantes torcer el rumbo del partido.
Argentina renovó el aire y el juego que había mostrado al principio, volvió a ser mejor que su rival y estuvo otra vez merodeando el arco de Bravo, que se exigió en un par de remates de media distancia de Messi y De Paul.
Argentina no pudo plasmar arriba lo que no sufría abajo, y el partido fue languideciendo hasta que el pitazo final dejó todo como al principio.