Entre caravanas y visitas a santuarios, los correntinos festejaron a San La Muerte

Se celebró en toda la provincia de Corrientes el día de San La Muerte ayer y las celebraciones por el santo popular incluyeron tanto visitas a santuarios y altares como grandes caravanas que coparon las calles de la capital correntina. 

Esta celebración se encuentra arraigada en el territorio y la cultura provincial, siendo uno de los hitos que marcan el mes de agosto.

Los ciudadanos demostraron su devoción hacia uno de los santos paganos más importantes y con mayor cantidad de seguidores. 

Son dos las fechas relacionadas a la figura popular y rechazada por el catolicismo, el 15 y el 20. Al dar la medianoche, durante ambos días, las bombas de estruendo resuenan en las ciudades correntinas, a modo de festejo.

En la provincia, el santuario más importante dedicado a San La Muerte, se encuentra en el municipio de Mariano I. Loza, a 266 kilómetros de la Capital. 

El templo, marcado por el sincretismo y la religiosidad popular está ubicado sobre kilómetro 84 de la Ruta Nacional N° 119 y fue construido por la familia Pardo. Desde tempranas horas de la mañana, los devotos llegaron con sus ofrendas y súplicas, y el santuario permaneció abierto hasta las 21, cumpliendo con un estricto protocolo covid-19.

Debido a que las celebraciones no están permitidas, al igual que el año pasado, la congregación de personas difirió mucho de la usual: en el 2019, se estimó que cinco mil devotos llegaron al predio para honrar al santo.

Ayer, se permitió el ingreso de hasta 20 personas por turno, mientras que se prohibió acampar, ingresar con vehículos al predio y ocupar las parrillas. 

En la entrada, de acuerdo con lo determinado por los protocolos sanitarios, se controló la temperatura de las personas y la sanitización de manos con alcohol.

Por otro lado, los servicios de restaurantes y kiosco se dejaron de prestar por la pandemia. 

Los baños estuvieron habilitados y se pidieron colaboraciones para destinarlas a una persona que necesita una operación de urgencia,  según informaron desde el predio.

Los promeseros se acercaron durante todo el día con ofrendas para el santo. Dejaron regalos, tortas y también sus súplicas.

En tanto, las celebraciones que rinden devoción a la imagen, también se replicaron en diversos altares de la capital correntina, con traslados constantes desde el centro hacia los barrios periféricos. 

Además, una gran caravana de autos, motos y gente a pie copó las calles de la ciudad, encabezada por una camioneta que llevaba en su parte de atrás una gran estatua de San La Muerte. 

Días atrás, a través del Facebook Oratorio San La Muerte, convocaron a la caravana para las 19 horas. 

Previo a la salida, se realizó una donación y entrega de chocolate y almuerzos en el barrio Nuevo. Insistieron en “respetar los protocolos, con distanciamiento social y uso de barbijo”.

Con cohetes, vítores y hasta bailes en el medio de la avenida, los devotos demostraron una vez más su pasión por la figura del santo popular, que forma parte de la cultura correntina. 

La figura pagana

San La Muerte, representado con un esqueleto, es considerado como protector de los que viven en riesgo, una suerte de “espíritu” venerado por pueblos de origen guaraní, en Paraguay, el noreste argentino y al sur de Brasil.

Sus devotos le rezan o se tatúan su imagen con la esperanza de que los libre de la muerte y se la provoque a sus enemigos.

El reconocido escritor de novelas testimoniales, Rodolfo Walsh, escribió sobre la mítica figura: “En la campaña correntina o el cinturón de villas miseria que rodea a Resistencia, en pueblos de Formosa o ciudades de Paraguay, San La Muerte es amado, temido, premiado, castigado, invocado para bien o para mal”. 

Variaciones

El antropólogo y director general del Gabinete de Investigaciones Antropológicas de Corrientes, José Miceli, explicó a El Litoral que hay dos fechas de celebración debido a que “se trata de distintas representaciones” que surgen en el Nordeste argentino y en particular en Corrientes.

“Con el tiempo se asimilaron creencias europeas  con aspectos mágicos-religiosos hispanoguaraníes, una de las cuales hoy forma parte de un culto local a San La Muerte”, señaló. 

Miceli explicó que existe San La Muerte, que “tiene su origen en Cristo tras ser flagelado en la columna, a quien iconográficamente se lo representa sentado o de cuclillas con las manos en el mentón o sobre las rodillas”. Esta representación fue la festejada ayer. 

Por otro lado, está el Señor La Muerte, que “se asimila a la parca medieval y representa a la muerte misma, solo con la imagen de este último se realizan payé o encantamientos”. Miceli detalló que “su imagen es un esqueleto que sostiene una guadaña y, en ocasiones, un pisón”. La fecha que lo honra es el 20 de agosto. 

“El origen de ambos se remonta a la conquista española y, particularmente, a la venida de las misiones franciscanas y jesuíticas”, detalló Miceli y señaló que “Corrientes fue asiento de ambas misiones reduccionales: franciscanas en la zona occidental en la costa del río Paraná y jesuíticas en la zona oriental en las costas del río Uruguay, con lo cual se explica su irradiación y evolución histórica en la zona”.

De esa manera, el experto destacó que dicha “expansión geográfica y temporal se ha dado con una dinámica propia”. En los últimos años se registró una mayor demanda de imágenes en talla, en estampas, medallas y tatuajes.