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Competirle ala corrupción

Por El Litoral

Domingo, 30 de enero de 2022 a las 00:36

La percepción de la corrupción en un país resulta, en los últimos tiempos, un índice importante para medir la calidad institucional.
En una columna de reciente aparición en Infobae, el consejero académico de la Fundación Libertad y Progreso, Enrique Blasco Garma, desarrolló con notable lucidez una serie de ideas bajo la conclusión de que es necesario “emparejar las reglas, favorecer la competencia, justicia y eficiencia, como condición necesaria para expandir los ingresos de la sociedad en su conjunto y poder salir del estancamiento y del estado de amplia pobreza”.
Al respecto, señala que “el aumento de la percepción de corrupción está convirtiendo a la Argentina en un país crecientemente desintegrado, alejando a la gente de las decisiones que le importan”. 
“Los países combinan diferentes centros de decisión: el nivel de los políticos, el de los particulares, y sus vinculaciones entre sí. A mayor control de los privados, menor y más eficiente se torna el gasto público”. 
“El mapa mundial de la percepción de la corrupción en el Estado elaborado por Transparencia Internacional (TI), el cual permite comprender nuestras dificultades, revela que los países menos corruptos son los que registran mayor ingreso por habitante. Europa Occidental, Singapur, Japón, Nueva Zelanda, Australia. En América, Canadá, EE.UU., Chile y Uruguay”.
“En cambio, el avance de la percepción de corrupción en la Argentina: bajó en la tabla al puesto 96 entre los 180 países que analiza anualmente TI, se corresponde con una notable disminución del PBI por habitante equivalente en dólares, en particular cuando se lo estima al tipo de cambio libre”.
Al respecto, el autor desarrolló dos conceptos antagónicos: “Corrupción y competencia. Los deportes competitivos enseñan. En fútbol, existe una sola regla, estable e igual para todos los jugadores, con una distinción específica para el arquero. Messi no se destaca por una regla privada que lo privilegia, si no por sus habilidades en jugar con la misma regla que los millones de jugadores que disfrutan del juego.

La competencia
“Confundidos, algunos colegas enfocan la competitividad en el tipo de cambio o en otorgar privilegios a determinadas actividades. No se enteraron, cada diferencia, salto normativo, es una barrera a las transacciones, desconectando del conjunto. La competitividad es el logro de integrar, incluir, a todos los participantes, con las mismas reglas estables para todos, sin exclusiones. Ello consigue que los ingresos individuales reflejen la contribución de cada uno a la satisfacción de las necesidades individuales de la población y los PBI sean los máximos posibles”.
“¿Por qué es así? Las diferencias caracterizan a los humanos y la competencia con las mismas reglas induce a desarrollar habilidades personales valiosas, como los jugadores destacados en el fútbol. La especialización, el aprendizaje, favorece capacitarse para satisfacer las necesidades personales. (...) Por eso ciertos políticos privilegian “a sus seguidores y desprecian las propiedades privadas. No leyeron a Adam Smith, “La Riqueza de las Naciones”, editado en 1776, el año de la Independencia de los EE.UU.”.
“Las sociedades avanzaron donde la Justicia consiste en la misma e idéntica regla para todos. Pues solo manteniendo las reglas iguales para todos, sin alteraciones las transacciones son voluntarias y creadoras de valor”.
“En total contraste, para los autócratas Justicia es la mejor regla para ellos que mandan y marchan contra la Corte Suprema. La corrupción son actos no consentidos, pues las reglas difieren según de quien se trate. Redistribución forzada. Lo contrario a una transacción creadora de valor.
La creación de riqueza se favorece con seguridades, certidumbres, conocimientos”. “La mejor educación posible decidida por los educandos y sus familias; los empleos contratados libremente, sin intromisiones redundantes (...). La Justicia impidiendo violaciones, delitos, cambios sorpresivos de normas. Estabilidad monetaria y fiscal para asegurar precios, tarifas, impuestos. Presupuestos de gobiernos sancionados con intervención de los representantes elegidos libremente”.
 

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