Cuando nadie hacía lo que hoy se conoce como “Test-Drive”, él se atrevió a exigir al máximo a los autos de calle para analizar su comportamiento y llevar valiosa información a los consumidores. Se llamaba Carlos “Colorado” Figueras y falleció el 4 de mayo a causa de una dolencia coronaria. Quien esto escribe leyó kilómetros de crónicas redactadas por este prócer del periodismo automotriz que desde la editorial Abril, en el staff de la revista Corsa, se dedicó a detectar fortalezas y debilidades de los autos producidos y comercializados en la Argentina (y luego en el mundo) para proporcionar conocimientos sobre aspectos que los conductores, en general, no tenían en cuenta a la hora de elegir qué modelo comprar. La tenida, la frenada, la relación precio/producto, la relación peso/potencia, el consumo, la ergonomía, el torque, el diseño, la personalidad y tantas otra facetas de los automóviles que mueven a las familias, a trabajadores y a empresarios, explicadas por su impecable prosa. Todo estuvo bajo la lupa de Figueras y todos los periodistas especializados del mundo motor aprendieron de Figueras. Fui fanático de la revista que él fundo con otro grande como Jorge Augé Bacqué en 1990, que primero se llamó Road Test y luego se convirtió en Auto Test. Una vez viajé con él para probar un modelo de Alfa Romeo y se me caían los pantalones de sólo cruzar palabras. Un genio al que seguiré recurriendo en mis archivos. Siempre (JLZ).