Domingo 28de Abril de 2024CORRIENTES20°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$854,0

Dolar Venta:$894,0

Domingo 28de Abril de 2024CORRIENTES20°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$854,0

Dolar Venta:$894,0

/Ellitoral.com.ar/ Especiales

Liliana Díaz Mindurry o el tesoro de lo extraño que vive adentro

Nació en Buenos Aires. Poeta, novelista, cuentista, ensayista y dramaturga. Obtuvo el Primer premio Municipal de Buenos Aires cuentos editados, el Primer premio Municipal de Córdoba, el Primer premio Fondo Nacional de las Artes (novela), el Premio Centro Cultural de México, Premio El Espectador de Bogotá, el Primer premio Jiménez Campaña de Granada, el Premio Planeta 1998.  En poesía  obtuvo el premio Fondo Nacional de las Artes, Embajada de Grecia, etc. Obra traducida al alemán, inglés, francés y portugués. Entre sus 28 libros publicados, 7 son de poesía y fueron editados en Argentina y España.

Un esbozo de poética

En mis caminos poéticos reconozco la importancia de la imagen y de la comparación porque entiende que cualquier cosa del mundo puede relacionarse con cualquier otra cosa completamente alejada de su campo semántico, porque así se extiende lo que para mí es la identidad de todo, tema que gustaba a los surrealistas. Por otro lado, la imagen no explica: invita a recrear, o mejor, a revivir. 

En primer lugar,  no creo en nada porque es la oportunidad de creer en todo y de que todo sea posible y esa es la subversión del arte. No hay blancos ni negros, todo es desde su no-ser y ese no-ser produce el ser y a la inversa. Creo en un universo abierto sin respuestas dogmáticas, así nada puede tomarse como verdadero, lo que implica que también lo es.

La poesía es para mí una mística no religiosa: la mística de un jugo de limón, una piedra o un perro. Así todo es misterioso y por tanto inefable. No me gusta la poesía deliberadamente hermética, pero sólo creo en significados abiertos. No estoy de acuerdo con los que sienten lo ambiguo o paradojal como sufrimiento: la polisemia es felicidad  porque es una puerta que abre a diferentes puertas, con tantos sentidos como lectores. El poema es y debe ser creado por el lector, esa es la riqueza. 

No obstante, como todo es paradojal en la poesía, aspiro, además de al abanico de sentidos, a una cierta precisión. Me parece importante así como escribir con el hemisferio derecho del cerebro, dar lugar al hemisferio izquierdo, y tocar esa precisión que en algún momento inesperado se abre.

No creo en géneros literarios cerrados porque creo que cualquier género para ser literario tiene que tener un sustrato poético. Por eso admito la narratividad de un poema y su contacto con otros géneros inclusive el teatro y el ensayo. Me gusta mucho la unión de la poesía con las artes plásticas. En suma me gusta que lo muy concreto esté unido a lo inefable. Creo en la poesía como un lenguaje en tensión abierto a lo paradisíaco o a lo abismático. El proceso revulsivo o perturbador es necesario y lo busco en toda mi literatura, prosa y poesía. Cuando uno escribe recibe de sí mismo una revelación y un asombro. En la revelación cobra importancia, el inconsciente, lo escondido. Ese es el excedente de sentido: ver esos puntos muertos o de vacío en el discurso y abrirlos hacia lo incognoscible, la extrañeza.   

Liliana Díaz Mindurry

Muestrario mínimo

Mentiras

Siempre se conoce la trampa de antemano

pero 

mejor

es

no

pensar. ¿Y qué es una ventana? ¿Para qué sirve?

¿Una ventana es un éxtasis?¿Es un sol colorado que aturde entre las nubes?

¿La habrán construido para aquietar las bestias que duermen debajo de cualquier palabra

escondida en la lengua? ¿O, por el contrario, para que se nos enrede el azul del ojo y aplaste el negro del centro y se llene lo blanco de un rojo

del todo

extraño? 

¿Posee secretos de curación transmitidos de abuelos a padres, de padres a hijos? ¿Sirve para encender las llamas de esas que se llevan un pueblo, de golpe, por ejemplo, Guernica? ¿Para que se arroje por ella al perro flaco que nos devora por dentro? ¿Para que se amanse la rabia y que se domestique, tranquila, o por el contrario  para que salga, descalza, y con todos los crímenes guardados en la alforja?

Cuando Guernica a la tarde se llenó de los toros caídos del falso cielo pintado de celeste,

el amante abandonó la caricia y el eco se transformó en algo similar al golpe,

y regresó a su parte desconocida que siempre está atrás de la corriente,

se salió el encapsulado universo

adentro del universo,

la ventana miró a todos con sus frases hechas, publicitarias, desde tiempos

sin nombre,

esas frases para dormir y calmar la intemperie,

las máscaras políticas intentaron sonrisas muy blancas

para mostrar dientes uniformes,

y pretender un orden de las cosas y un sentido,

a mitad del camino de la vida, 

a mitad de la furia, 

a mitad del cansancio.

La ventana era el lugar del escape, mientras a la casa le llameaban las fauces.

No imaginar soluciones fáciles cuando la náusea tuerce el cuerpo y la lastimadura

es general, 

entonces no hay éxtasis

ni origen,

el dolor es un instante que se sale del cuerpo,

la ventana, en cambio,

un capítulo

de la ficción.

 (De GUERNICA, Huso,

Madrid, 2020)

Gritos

Se pueden ver las carretillas que llevan los desperdicios

de la luz. Un mundo fuera de foco

abstraído,

extraño.

Los perros fuera de foco que llaman a presas de otros mundos,

los cazadores que cazan

huecos para llevar a sus

casas.

Nada en su sitio. 

O tal vez cada cosa conservando empecinadamente

la obstinación

del sueño.

La oscuridad verde sobre el blanco, los cristalizados

gritos. La historia impersonal de todos

y de cualquiera.

Hay un momento en la tarde, un exacto momento 

en que las cosas se tuercen

y de a poco,

como si nada,

empiezan lentamente

a despeñarse.

(La ilusión de la vida es quebradiza y tiembla).

(De  CAZADORES EN LA NIEVE,  Letra Eme, Buenos Aires, 2014)

Prohibiciones

Así que prohibido,

lo que se mantiene lejos, 

lo desterrado. Y usted lo mantiene lejos,

usted, quién es usted,

qué pretende insinuar,

decir,

gritar, 

callar,

De qué le sirve este invento,

por qué escribe contra usted,

por qué junta fotos como alegorías

o las esconde debajo de la cama. Usted que

sabe que es un monstruo, eso que hay que

mostrar, los monstruos no se inventan

son lo único que es. Lo extraño vive 

adentro: es un monstruo

una cosa

excesiva,

un tesoro

soñado, el sendero clandestino

hacia

ninguna parte. Usted sale al bosque de casas

para buscar un matiz de aquello,

lo prohibido: uno es lo que no recuerda,

lo que no se permite recordar: lo que se 

mantiene

lejos,

usted toca la zarpa debajo de la mesa

lo imposible de concebir

y mira al agujero de adentro

eso que no se puede tolerar

ni consentir,

pero siempre es uno el que no tolera,

no aguanta.

Eso que no hay que pensar

y menos aún

escribir.

Le avisé con lujo de detalles:

Mantenga silencio.

(De “LO PROHIBIDO”, 

Buenos Aires, 2022)

 

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error

Comentarios