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Duración de los mandatos

Jueves, 28 de septiembre de 2023 a las 18:11

Analicemos, antes de abordar fondo el tema de la duración de los mandatos, cómo se elige presidente Y vice. La Constitución Nacional, antes de la reforma,1994, establecía un periodo de 6 años para el presidente y vicepresidente de la Nación, sin reelección que fue modificado por el articulo 90 de la Constitución vigente que establece que la duración será de 4 años y podrán ser reelegidos.
La forma de elección también fue modificada por el articulo 94 que establece la elección directa, no por electores, en doble vuelta. La Constitución en el articulo 97 establece, y esto es importante, que si la formula obtiene en primera vuelta mas del 45% de los votos afirmativos serán proclamados como presidente y vice de La Nación y el articulo 98 nos da una alternativa, que si la formula obtiene el 40% de los votos y existe una diferencia con el segundo mayor de 10 puntos del total de los votos afirmativos, también serán proclamados como presidente y vicepresidente, esta opción de 40% y una diferencia con el segundo está poco comentada y es una posibilidad para la elección de presidente y vice.
La reforma de la Constitución Nacional, que modificó la duración del mandato del presidente y lo redujo de 6 a 4 años y la posibilidad de reelección por un periodo más, fue concebido como una mejora de nuestra vida institucional y no creo que haya dado resultados positivos.
Creo que 4 años con una elección de legisladores de medio término a los 2 años no permite, por lo menos en nuestro país, desarrollar un Plan Económico o Político.

Analicemos qué ocurre con un mandato de 4 años
Primer año: el presidente electo, entra a la casa de Gobierno y se encuentra con una oficina, donde seguramente nunca estuvo y lo primero que debe hacer es conocer el funcionamiento de tamaña responsabilidad y aunque parezca superfluo, conocer el manejo de los timbres, de los teléfonos, designar su gabinete que necesariamente, como están las cosas, debería ser de integración nacional cualquiera sea el electo y tal vez se encuentre con caras poco conocidas e intentara, en 12 meses, poner en marcha su plan de gobierno, lo que no es fácil no teniendo una mayoría legislativa que lo acompañe y que será el cuadro político del próximo gobierno.
Ni bien asuma, como no tendrá mayoría legislativa, del primer momento pondrá sus ojos y su acción en la renovación legislativa de la mitad de mandato (artículo 50) y afrontar las medidas demagógicas (Massa, ministro y candidato) que se tomaron para poder llegar al sillón de Rivadavia, primer presidente argentino.
Segundo año: ya está lanzada la campaña electoral para la renovación legislativa de los dos años, en busca de cambiar la composición del congreso, es decir que primero y segundo año, con más intensidad en este, se vive un clima permanente de elecciones, en el que el presidente electo, en esos dos años, tratará de cumplir con su programa y ya no valdrán los insultos, ni los agravios si no que hay que GOBERNAR y ver como se solucionan, antes de la elección de medio término, la situación económica financiera que se asume. Y ya vamos al tercer año.
Tercer año: Realizada la reelección de medio término, y según sean los resultados, habrá alegría o tristeza. Alegría si son favorables los resultados a la política desarrollada en los dos años que permita una real renovación legislativa, entonces ya hay que pensar en la reelección el año que viene, o sea, el cuarto año y tristeza Si los resultados son negativos para el gobierno y cunde el desaliento. Si la situación económica Y política del país se complica, hay quienes pretenden destituir al presidente y al vice, según lo dispone la Constitución, el artículo 53 y el 52 de La Constitución Nacional modificado, faculta a la Cámara de Diputados a acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, jefe de gabinete de ministro, a los ministros y miembros de la corte Suprema por mal desempeño o por delito, pero la realidad nos dice que para acusar los diputados ante el Senado hay que tener los dos tercios del total Y esos es difícil de conseguir con la estructura política de ese momento, y hay quienes piensan en la destitución por otros caminos que no nos llevaron a soluciones efectivas.
Con esto quiero señalar, que exitoso o derrotado el gobierno vive en permanente estado de elección, o se busca la reelección o se trata de sobrevivir hasta el cuarto año (caso Fernández). Veamos que pasa en el cuarto año.
Cuarto año: ya el Gobierno está lanzado en busca de la reelección o cambiar el candidato a presidente, intensificando las medidas demagógicas, como estamos viviendo en estos momentos, con un ministro de economía que a su vez es candidato del gobierno y se toman medidas por 90 días a partir de octubre, caso cuenca lechera, o de 60 días, caso de $49.000 a casi 3 millones de asalariados fuera del mercado laboral. Y en la realidad actual nos preguntamos qué pasa después de los 60 o 90 días de medidas adoptadas a tontas y a locas con tal de ganar las elecciones.
Conclusión, soy partidario de volver a los 6 años de duración del mandato del presidente y vice y tal vez la elección de renovación legislativa debe hacerse a los tres años y no a los dos años (artículo 50) Soy consciente de que todo esto requiere una reforma constitucional, difícil y riesgoso lograrla. Al propiciar los 6 años y la renovación a los 3 años pretendo darle más tiempo al gobierno electo para desarrollar su programa económico y político, sin estar permanentemente acosado por las elecciones, y si el presidente y vicepresidente son acusados por mal desempeño en juicio político, se corrige el mal desempeño en cualquier momento de la duración del mandato de 6 años.
También soy consciente que no es fácil poner en marcha el juicio político.
Tal vez y, para terminar, habría que pedirles a los ciudadanos que cumplan con lo que se pensó en la elección directa QUE SEPA EL PUEBLO VOTAR Y QUE ELIJA, TENIENDO EN CUENTA, LA APTITUD PARA GOBERNAR EN DEMOCRACIA.
 

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