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Investigan ‘safaris humanos’: viajes a Sarajevo pagando por disparar a personas

Una denuncia de un escritor apunta a italianos fanáticos de las armas y de extrema derecha.

Por El Litoral

Martes, 11 de noviembre de 2025 a las 16:47

Una Fiscalía de Milán, en Italia, abrió una investigación sobre un caso escalofriante, que hace regresar a la tristemente famosa avenida de los francotiradores de Sarajevo, la ciudad sitiada desde 1992 a 1996 por las milicias serbobosnias durante la guerra en Bosnia. Desde las colinas, disparaban a los transeúntes que no tenían más remedio que pasar por esa calle y exponerse a ser abatidos. Se estima que fueron asesinados de este modo más de 11.000 civiles.


La tesis de esta investigación, revelada por medios italianos y que indaga un presunto delito de homicidio voluntario con la agravante de crueldad y motivos abyectos, es que hubo italianos que pagaban por ir a Sarajevo de fin de semana y poder disparar a personas, como en una cacería.


Ciudadanos corrientes, próximos a círculos de extrema derecha y apasionados de las armas, que contrataban este servicio como un safari humano en la ciudad asediada. Según la denuncia, iban con vuelo de Trieste a Belgrado de la compañía serbia Aviogenex, que en esa época operaba desde el aeropuerto italiano. Para ser francotiradores de fin de semana pagaban el equivalente a entre 80.000 y 100.000 euros, según las primeras hipótesis de la investigación. Por disparar a niños se pagaba más. En la información que ha trascendido, se habla de un empresario milanés dueño de una clínica estética privada, y ciudadanos de Turín y Trieste.

La denuncia, documentada en 17 páginas, ha llegado del escritor y periodista Ezio Gavazzeni, respaldado por el reputado exmagistrado Guido Salvini y la exalcaldesa de Sarajevo de 2021 a 2024, Benjamina Karic, que ha ido recogiendo información sobre algo que se ha rumoreado durante años y que cristalizó en 2023 en Sarajevo Safari, un documental del esloveno Miran Zupanic. Este filme recogía testimonios y daba pistas sobre la posibilidad de que millonarios extranjeros pagaran por viajar a la ciudad bosnia para poder disparar ellos mismos a seres humanos.

La Fiscalía bosnia archivó una investigación por la dificultad de indagar sobre el caso en un país aún muy dividido y roto por la guerra, ha relatado este martes Gavazzeni al diario La Repubblica. En cuanto a la justicia serbia, asegura que para los tribunales de ese país este asunto es “una leyenda metropolitana”. Por eso, él ha intentado abrir el caso en Italia. “Hablamos de gente con dinero, con reputación, empresarios, que durante el asedio de Sarajevo pagaban por poder matar a civiles desarmados. Salían de Trieste para una caza del hombre y luego volvían y seguían con su vida de siempre, respetable a los ojos de todos”, sostiene.

El fiscal Alessandro Gobbis tiene una lista de varias personas que pueden aportar su testimonio y van a ser llamadas a declarar. Según el escritor, estos sanguinarios turistas de la guerra pueden ser un centenar. “Espero que puedan localizar al menos a uno o a dos, quizá diez”, avanza.

¿Cómo fueron revelados los casos?

Entre los testigos, afirma Gavazzeni, está un agente de inteligencia bosnio con las iniciales E. S. que conoció los hechos y asegura que los servicios secretos italianos, que tenían personal en Sarajevo, tuvieron información sobre ello en 1993 y existirían archivos clasificados al respecto. “Me ha dicho que la inteligencia bosnia advirtió de la presencia de al menos cinco italianos, que estaban en las colinas alrededor de Sarajevo, acompañados para disparar a civiles”, ha asegurado.

Esta persona tuvo conocimiento por primera vez del fenómeno a través de documentos del servicio de seguridad militar bosnio. En ellos, asegura, aparecía el contenido de un interrogatorio a un voluntario serbio capturado por los bosnios que hacía mención a esta práctica. Se había unido a las milicias serbobosnias, y en el viaje de Belgrado a Bosnia-Herzegovina fue acompañado por al menos cinco extranjeros, tres de los cuales eran italianos, y uno dijo que era de Milán.

El confidente contactado por el escritor también señaló a un oficial serbio, Jovica Stanisic, condenado por crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, como una de las personas que participaba en la organización de estos viajes. Los trayectos se hacían pasar por excursiones de caza al extranjero, una cobertura para justificar los vuelos de grupos a Belgrado.

Gavazzeni también cita a un funcionario de los servicios secretos eslovenos, algunas víctimas y un exbombero estadounidense, John Jordan, voluntario en Sarajevo, que ya en el proceso contra el líder serbio Slobodan Milosevic en La Haya habló de “tiradores turísticos” con vestimenta y armas distintas que llamaban la atención entre los soldados serbios. En su declaración de entonces, citada en la denuncia, según refieren medios italianos, relató lo siguiente: “Vi en más de una ocasión a personas que no me parecían del lugar por su ropa, por las armas y por el modo en que eran tratados, guiados por personas locales (...) Cuando un tipo se presenta con un arma que parece más indicada para la caza del jabalí en la Selva Negra que para la guerra urbana en los Balcanes... Cuando lo veías moverse, se veía que era un novato”.

¿Qué hará Bosnia?

El cónsul bosnio en Milán, Dag Dumrukcic, ha garantizado la “total colaboración” del Gobierno de su país. “Estamos impacientes por descubrir la verdad de un asunto tan cruel y cerrar las cuentas con el pasado. Conozco algunas informaciones que aportaré a la investigación”, ha declarado.

En el pasado, también fueron conocidas y muy controvertidas las imágenes del escritor ruso Eduard Limonov en las colinas de Sarajevo, junto al líder serbo-bosnio Radovan Karadzic. En ellas, le mostraban cómo los francotiradores disparaban a la gente, y él mismo se colocaba en la ametralladora y disparaba unos tiros.

(Con información de EL País)

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