El mensaje del FMI respaldando el plan económico luego de la dura derrota del Gobierno en la elección bonaerense fue una señal del organismo para llevar tranquilidad a los mercados. Casi al instante fue el propio ministro de Economía, Luis Caputo, quien replicó las expresiones de Julie Kozack, que subió a través de la red X.
“Apoyamos el compromiso de las autoridades argentinas para garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del país, así como su continua adhesión al ancla fiscal”, señaló la funcionaria.
El objetivo del Gobierno y del FMI en esta instancia es controlar el impacto negativo que ya tuvo en los mercados el resultado de la elección del domingo. Los temores vinculados al futuro de la gobernabilidad y al mismo tiempo la posibilidad de una vuelta del kirchnerismo al poder llevaron al equipo económico a solicitar un respaldo explícito por parte del Fondo, que llegó sobre el cierre de Wall Street.
El propio Presidente también posteó en la misma dirección, asegurando que “no nos moveremos ni un milímetro del programa económico. Javier Milei enumeró cuáles son esos pilares: equilibrio fiscal, programa monetario ajustado y en lo cambiario ratificó que “se mantienen las bandas cambiarias pactadas con el FMI”. Además aseguró que “seguiremos desregulando”.
El mercado por ahora le cree al Gobierno en relación al compromiso por defender el techo de la banda, que se ubica algo por encima de los $ 1.460. Prueba de ello es que el dólar se mantuvo sin cambios a $ 1.425 sin necesidad de intervención por parte del Tesoro y tampoco del BCRA, que recién saldría a la cancha si el tipo de cambio tocara el techo de la banda.
Por ahora, el mercado se viene autorregulando y le da algo de aire al Gobierno, ya que mientras tanto no se pierden reservas. El temor es que a medida que se acerquen las elecciones legislativas se intensifique el embate sobre el dólar, ante la perspectiva que luego del 26 de octubre se vaya a otro esquema cambiario ya sin bandas. Pero por ahora, hacer especulaciones en esa dirección sería ciencia ficción.
No solo fue una jornada más tranquila para el dólar. También hubo un rebote significativo de los bonos dolarizados tras las fuertes caídas del lunes. Algunas series, sobre todo las más largas llegaron a tener mejoras de 3,5%, aunque el riesgo país se mantiene por encima de los 1.000 puntos.
En el caso de las acciones el comportamiento fue dispar. Resultó bastante clara la preferencia del mercado por las energéticas, que tuvieron mejoras de hasta 4% en Wall Street, mientras que los bancos siguieron barranca abajo.
El escenario sigue muy volátil, pero la confirmación del rumbo y la voluntad por sostener el ancla fiscal llevaron algo de tranquilidad al mercado. Tampoco fue menor el hecho que el dólar se estabilizara, al menos por ahora, sin la necesidad de utilizar reservas.
Las valuaciones luego de las caídas de los últimos días quedaron mucho más atractivas y la mayoría de las empresas ahora cotiza con fuertes descuentos en comparación con otras empresas latinoamericanas del mismo rubro.
Aunque se alejó el pánico, lo más probable es que la fuerte búsqueda de cobertura continúe a medida que se acercan las elecciones legislativas. En el Gobierno ahora son muy cautos y hablan de realizar correcciones para llegar a un empate, cuando se esperaba una clara victoria antes de lo sucedido en la elección provincial.
Entre las señales que llegan de Washington y las del propio Gobierno, queda raro que no se está pensando en lo más mínimo en un cambio de rumbo, sino en su profundización. En todo caso, las correcciones deberían venir por el lado político, en particular la relación con los gobernadores, sobre todo pensando en la nueva conformación del Congreso a partir del 10 de diciembre.
Fuente: Infobae.