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Cuando la expresión va cargada de realidad

Leer es meternos en la problemática general, pero es la única forma de formarnos criterio, informarnos, estar al tanto.
 

Sabado, 14 de diciembre de 2024 a las 17:37

No escatima pretexto, ni le escapa al bulto. Es la verdad que se manifiesta en acciones que trascienden en comentarios, susurros o broncas.
Están dadas por las que sugieren. Las que patentizan hechos puntuales. Advertencias de la paciencia social que ante masticarlas, expele todo afuera. 
Los titulares de los diarios, permiten diagnosticar estados de ánimos. Leves, intermedios, con toda la voz, que es pedir auxilio o desahogarnos.
Por el arte de componer frases que el periodista recopila, tomando de la realidad cotidiana que siempre es locuaz, unánime, coincidente, veraz, reveladora.
Todo explotó, cuando PAMI anunció que no va a emitir más órdenes de medicamentos gratuitos o con descuentos. Hasta hubo un funcionario de PAMI, que le restaba importancia, aseverando que no es para tanto.
El Arzobispo de Córdoba, calificó como “El recorte del PAMI es una eutanasia encubierta”. La idea es redonda, no solo permite criticar sino calificarla como advertencia extrema.
Hay un hecho relacionado con el PAMI que fue noticia esta semana: un Senador que sufrió dos infartos, quedó automáticamente sin cobertura  de medicación por obra y gracias de un inesperado desenlace de salud. 
El ajuste es brutal, se aprieta en extremo si bien después de tanto cohetes y guirnaldas era necesario hacerlo pero gradualmente, porque detrás de todo está la gente.
Como decía también la Iglesia, pensar todos los planes sin olvidar que la gente va adentro, no se la cuentan, la viven. La vivimos.
Alguien que supo cronicar la vida, con frases precisas y originales fue la periodista italiana nacida en Florencia, Oriana Fallaci. Amén, escritora, activista y primera mujer Corresponsal de Guerra en Vietnam.
Sus textos repletos de lógica guardan formas de denuncia y certeza, sin olvidar la armonía que las palabras escritas conllevan no siempre cuando el objetivo es concreto como el periodismo informativo, sano y honesto.
Ella decía aunque peleé con la investidura criticada: “Cuando un gobierno se impone con la violencia impide a endeudarnos expresarse e incluso pensar, entonces recurrir a la violencia es una necesidad.”
La riqueza de material que guarda en su haber Oriana Fallaci, es la búsqueda de una periodista clara, diáfana, directa, más que nada inquieta, permitiéndose conocer y contribuir a sus denuncias que armonicen la desazón social.

El estado de ánimo. El clima que se respira. Allí donde ejerce o no, la bronca o la calma social. La paciencia social. El equilibrio o el desorden.


“El sentido incluso el significado de la libertad se pierde a encasillarse  en el dogma, en la ciega certeza de haber conquistado la verdad absoluta.”
Uno no se cansa de recorrerla porque es descubrir a cada recodo de camino andado, un mundo maravilloso que las letras es capaz de ordenar toda bronca que se masculla, lograr la acción, enriquecer la escritura.
“El mundo no es un concepto abstracto: el mundo soy yo, eres tú, es él. Y si yo no cambio, si tú no cambias y si él no cambia, separada e individualmente, por propia iniciativa, no cambia nada y seguimos siendo esclavos.”
Hay veces una inocencia que alguna vez me lo formularon gente del oficio, colegas amigos: si cómo hacía yo para abordar tanta diversidad de motivos. Respondí lo primero que se me ocurrió: leer.
Leer. Informarme siempre. Claro está que en esa “melange” hay de todo. Revolverlo como polenta en la olla es lo prudente para evitar grumos, con toda seguridad no encontraremos carne u otro ingredientes, pero si sapiencia.
Esa amplitud de conocimientos que se la levanta de un libro, un diario, escuchando un comentario, o el pensamiento siempre vivo tratando de resolver algún dilema que amén sea beneficiosa para el lector, para el placer de los demás.
Por ejemplo, admiro la simplicidad para explicar o decir, del uruguayo Eduardo Galeano, lo cual me ha servido como aprendizaje.
“Los funcionarios no funcionan. / Los políticos hablan, pero no dicen. / Los votantes votan, pero no eligen. / Los medios de información desinforman. / Los centros de enseñanzas enseñan, a ignorar. /  Los jueces condenan a las víctimas. / Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados  en cometerlos. / Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. / Es más libre el dinero que la gente. / La gente está al servicio de las cosas. / 
Los dichos nacen en la realidad que uno recoge. Es el estado de las cosas que vivimos. Es el paisaje en que desandamos nuestros sueños y penurias. Porque la vida vivida intensamente es una vieja noticia que permite detectar el humor de la gente.
El estado de ánimo. El clima que se respira. Allí donde ejerce o no, la bronca o la calma social. La paciencia social. El equilibrio o el desorden.

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