La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró recientemente a Carlos Pellegrini como uno de los pueblos más lindos del mundo, un reconocimiento histórico que llena de orgullo a Corrientes y pone al Iberá otra vez en el centro del mapa turístico internacional.
En diálogo con Hoja de Ruta, Rafael Muzio, prestador turístico y propietario de la posada Aguapé, compartió la alegría de toda la comunidad: “Fue una gran emoción para todos. Hace cincuenta años que el turismo empezó acá, de a poquito, y ver a Pellegrini elegido como el pueblo rural más lindo del mundo es algo enorme. Nos llena de orgullo y también es una oportunidad para potenciar lo que hacemos”, expresó.
Caminos, acceso y sostenibilidad
Consultado sobre los desafíos que acompañan este reconocimiento, remarcó que el principal problema sigue siendo el acceso al pueblo: “Tenemos dos ingresos, uno por Mercedes y otro por el norte, hacia Iguazú. Cuando llueve o no hay mantenimiento, se pone muy complicado. Nuestro turismo es de pocos días, entonces los accesos son fundamentales”, explicó.
De todos modos, aclaró que el crecimiento debe darse sin perder el equilibrio ambiental que distingue a la zona.
“Antes el mal camino funcionaba como un filtro, venía solo la gente que realmente quería conocer Iberá. Hoy el visitante ya sabe a qué viene, respeta la fauna y la naturaleza, así que podríamos tener un acceso mejor sin perder la esencia”, dijo.
Tras años de sequía, la laguna Iberá recuperó su nivel y la vida silvestre volvió a florecer. “Ahora la laguna está a tope. El agua es vida: los animales están en su etapa de reproducción, las aves lucen sus mejores plumas. Es un momento hermoso para visitar”, contó Rafa.
Entre las propuestas, mencionó las salidas en lancha, caminatas, cabalgatas, canotaje, excursiones nocturnas, safaris fotográficos y la observación de cielos, una experiencia que gana cada vez más adeptos.
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