La senadora provincial e intendenta electa de Curuzú Cuatiá, Verónica Espíndola, dialogó con Hoja de Ruta tras una sesión cargada de emoción en el Senado, donde se despidió de su banca antes de asumir la conducción del municipio el próximo 6 de diciembre.
Espíndola reconoció que la última sesión fue especial: “Fuimos cuatro senadores los que nos despedimos. El saludo de mis colegas fue emocionante y gratificante”.
Durante su paso por la Cámara Alta integró la Comisión de Salud, donde acompañó leyes clave: personería para colegios de profesionales, avances en enfermedades específicas y, recientemente, la ley de recupero de gastos hospitalarios. También destacó su trabajo en paridad de género, voto joven y normativas vinculadas a la actividad cinegética en la región.
Pese a la despedida, aclaró que sigue en funciones hasta el 9 de diciembre, ya que deberá participar de la Asamblea Legislativa convocada por el gobernador en sesiones extraordinarias.
El próximo 6 de diciembre, Espíndola asumirá como jefa comunal de Curuzú Cuatiá. La fecha se coordinó con otros intendentes de la zona sur para poder acompañarse mutuamente en sus actos de asunción y, además, estar presentes en la toma de mando provincial del 10 de diciembre.
La transición con el intendente saliente, José Irigoyen, comenzó apenas una semana después de las elecciones. Espíndola conoce bien el funcionamiento del municipio: fue secretaria de Economía durante la primera gestión de Irigoyen. “En 2017 recibimos un municipio caótico. Hoy está ordenado. El contexto económico es difícil, pero sabemos que 2026 también va a ser complejo, así que hay que ser cautos”, dijo.
Uno de los primeros cambios será una reducción del 40% en la planta de funcionarios, sin afectar a la planta de trabajadores municipales, que actualmente ronda las 500 personas, acorde al tamaño poblacional de la ciudad.
La prioridad número uno será el empleado municipal: “Queremos mejorar la relación, las condiciones y que tengan lo que necesitan para cumplir su función”.
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