La expedición “Talud Continental IV” concluyó ayer frente a las costas de Mar del Plata, luego de tres semanas de exploración en aguas de hasta 3.900 metros de profundidad. La misión, liderada por científicos argentinos del CONICET en colaboración con el Schmidt Ocean Institute, transmitió en vivo imágenes que fascinaron a miles de personas en todo el país. Gregorio Bigatti, biólogo e investigador del CONICET que formó parte del equipo, habló con Hoja de Ruta y no ocultó su sorpresa por la repercusión que tuvo la campaña: "Tenemos una emoción increíble".
El científico recordó que estos logros no ocurren de la noche a la mañana, sino que son el resultado de un proceso sostenido:“Esto no es fruto de un solo día, sino de la inversión del Estado de muchas décadas… sin fondos y solo con la cabeza no se puede”.
Una misión que marcó un hito
Fue la primera vez que el Schmidt Ocean Institute cedió el liderazgo científico a un equipo argentino. A bordo del buque Falkor (too) y utilizando el vehículo submarino ROV SuBastian, los investigadores recorrieron el cañón de Mar del Plata y recolectaron muestras de agua, sedimentos, eDNA y organismos marinos que servirán para más de diez años de estudios.
Entre los hallazgos se destacan entre 25 y 30 posibles nuevas especies, como esponjas carnívoras, rayas de aguas profundas y un pepino de mar nadador. Las transmisiones en vivo desde las profundidades no solo mostraron paisajes submarinos que parecían de otro planeta, sino que también lograron despertar vocaciones científicas, con estudiantes de escuelas de todo el país siguiendo la misión desde las aulas.
Bigatti, que fue uno de los científicos a bordo, insistió en que la ciencia argentina tiene un potencial enorme, pero necesita continuidad: “Estamos demostrando que la ciencia argentina sirve… la inversión en ciencia requiere tiempo y continuidad; sin financiamiento, se pierden recursos humanos y conocimiento”.
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