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“Trabajaré todos los días para devolver la confianza del 52% que me votó, y aún más para el otro 48%”

Es el gobernador más joven de la historia reciente de Corrientes. Fue elegido por cerca del 52% de los votos. En esta charla hablamos de ese triunfo registrado en los 74 municipios de la provincia, pero también de gestión y futuro, de su familia, las mudanzas y sus convicciones como radical. 
 

Por El Litoral

Sabado, 06 de septiembre de 2025 a las 22:46
VISITA. Además de pasar por los estudios de El Litoral Radio, Juan Pablo Valdés saludó al director propietario del diario, Carlos Alberto Romero Feris, con quien dialogó sobre el futuro que le depara a la provincia.

Por Eduardo Ledesma, Belén Da Costa y Carlos Lezcano

Juan Pablo Valdés llegó a esta entrevista en Hoja de Ruta después de haber ganado la elección a gobernador con el 51,89% de los votos en toda la provincia, según datos del escrutinio provisorio. Ganó en cada uno de los 74 municipios. La mañana lo encuentra sereno, todavía con el pulso de la campaña en la voz y con la mente en dos procesos: la transición y las elecciones nacionales de octubre.

El gobernador electo habla sin rodeos de una campaña “muy sucia, muy dura” y del impacto que tuvo en su casa: dos chicos que consumen redes, miedos nuevos, explicaciones a mano, y una madre que acompaña.  “Uno de mis hijos está juntando firmas para quedarnos en Ituzaingó, me están preparando un cacerolazo”, dice entre risas luego de la consulta sobre su cambio de domicilio a la Capital. Además, asegura que ama Corrientes y que si de mudanzas se trata, se define como un nómade. “Viví muchos años así, con mis cosas en la mano, porque con mi empresa arenera nos trasladábamos todo el tiempo”, completa. 

Sobre el gobierno que viene, el trazo es de continuidad con la gestión de Gustavo Valdés, pero con acentos propios. Modernización, uso de tecnología para gestionar (desde paneles de control hasta herramientas de IA), protagonismo juvenil en la toma de decisiones, y abordajes interdisciplinarios para temas sensibles como las adicciones (con gabinetes locales o el plan Más Vida). A eso se suma la continuidad cultural como política de identidad y desarrollo, y el turismo como vector estratégico para transformar economías locales sin descuidar infraestructura, servicios y calidad de vida.

La transición ocurre, además, con la mirada puesta en las elecciones nacionales de octubre, donde se renovarán legisladores. Valdés vuelve sobre un punto que considera central: “recordar quiénes representan de verdad a la provincia” y qué se vota cuando se vota -universidades, Hospital Garrahan, educación y salud públicas, políticas de discapacidad, entre otros pilares-. De eso trata esta charla: de gestión y de futuro, pero también de familia, mudanzas y convicciones. 

—¿Qué recuerdo tiene de una campaña? ¿Cuál es el recuerdo más joven que tenga de una campaña política y de un acto de cierre?

—La verdad que tengo muchos recuerdos. Me pasó atravesar varios procesos y conservo los mejores recuerdos. Quizás no tanto de los cierres, pero sí de las caravanas. Incluso cuando fui electo intendente arrancó la caravana porque había ido Gustavo y llegamos unos minutos tarde. Tuvimos que correr como dos o tres cuadras para alcanzar la cabeza de la caravana. Pero bueno, siempre los procesos eleccionarios son entretenidos: los carteles, los pasacalles…
 

—¿Hay una foto suya con Alfonsín, no?

—Hay una foto increíble con Alfonsín y Gustavo, yo de chiquito. Fue en agosto del 91, en Ituzaingó, cuando el expresidente Raúl Alfonsín visitó la ciudad. Gustavo ya era militante de la UCR y se acercó. Esa foto hoy tiene un valor trascendental.
 

—¿Se reconocé alfonsinista?

—No, yo me reconozco radical. Con los valores, con la historia. Lamentablemente no pude vivir esa época dorada del alfonsinismo. Me queda el recuerdo de lo que significa Alfonsín para la UCR. Comparto sus valores, sus banderas y el legado que nos dejó, pero no tuve la suerte de vivirlo plenamente como sí lo vivió Gustavo, que siempre dice que lo marcó a fuego. Fue un gran presidente, sin lugar a dudas dejó huella en el radicalismo y en muchos jóvenes de aquel tiempo.
 

—Serás el gobernador electo más joven, y el 10 de diciembre  asumirá como el más joven de la historia reciente de Corrientes. ¿Eso le genera algo? Porque también se leyó como un voto de recambio generacional.

—Sí, y agradezco a Vamos Corrientes el espacio que le da a los jóvenes. No solamente a Juan Pablo sino a toda una generación. Nos está dando un lugar de decisión en el presente para soñar un futuro distinto. Si mirás, por ejemplo, San Roque, Raúl Pelozo tiene 28 años y es intendente. Juan Marcelo Insaurralde tiene 30 años y está en su segundo mandato. Hay toda una franja de intendentes jóvenes. Ese recambio que venía creciendo desde el interior hoy me toca a mí, con 42 años recién cumplidos, ser gobernador electo. Para nuestra generación es un gran desafío.

¿En la campaña de Vamos Corrientes lo central fue la fortaleza territorial, esta foto de todos los intendentes juntos, y también el concepto de federalismo?

—Sí, siempre dijimos que esta gestión construyó federalismo. El gobierno trabajó con cada intendente y llevó desarrollo, progreso y transformación a cada localidad. Eso la gente lo percibió: en el interior se veía cómo las ciudades avanzaban, salían del adormecimiento. Era todo un mapa completo. Y eso cosechó Vamos Corrientes: la confianza para seguir haciendo lo que falta, respaldados por un equipo. Siempre decíamos que no era una persona, éramos un equipo con experiencia y proyectos.
 

—Otro dato es que ganó en toda la provincia, en los 74 municipios, incluso con más del 90% en algunos lugares. ¿Cuál es la lectura que hace?

—Creo que Corrientes apuesta a un gobernador con energías, que recorra todas las localidades, como veníamos haciendo. Teníamos un espejo en Ituzaingó: mucha gente pasó por ahí y vio nuestra gestión. Eso ayudó a mostrar que no era un candidato vacío. Tenía gestión, el respaldo de los intendentes y un equipo sólido. La gente confió en este proyecto, en Vamos Corrientes, porque sabe que tiene un rumbo claro, a diferencia de otros espacios que llegaban sin equipos y con propuestas vacías.
 

—Ahora se abre una etapa hasta el 10 de diciembre de reflexión y de trabajo para la conformación de equipos. ¿Cómo se hace ese proceso?

—Seguramente la semana que viene. Ahora viene la etapa de acomodarse, un pequeño descanso, aunque seguimos trabajando porque está la campaña de legisladores nacionales. Después empiezan las charlas. Ya veníamos trabajando con un proyecto y tenemos claro dónde queremos intervenir en esta etapa de gobierno. Vamos a sumar nuestra propuesta al proyecto de Vamos Corrientes, que ha desarrollado modernización, desarrollo e inclusión, y donde creemos que hay que ajustar.
 

—Doble trabajo: mientras hacen lo administrativo sigue la campaña de legisladores.

—Sí, sigue. Apoyar a nuestros legisladores nacionales es fundamental. Yo le pido a la gente que mire cómo votaron los legisladores de otros espacios: en contra de la ley de discapacidad, del Garrahan, de la educación pública. No acompañaron. En cambio, nuestra legisladora Sofía Brambilla estuvo ahí, representando a Corrientes con mensajes claros. Por eso proponemos a Diógenes González, a Praxedes López, a Carlos Hernández. Queremos legisladores que no se encandilen con las luces de Buenos Aires, que no pierdan la línea de la correntinidad. No podemos mandar legisladores que voten en contra de esas leyes, no somos eso

VISITA. Además de pasar por los estudios de El Litoral Radio, Juan Pablo Valdés saludó al director propietario del diario, Carlos Alberto Romero Feris, con quien dialogó sobre el futuro que le depara a la provincia.

—La relación con el Gobierno Nacional está en stand-by. En una entrevista previa dijo: “La relación con Milei va a ser la que se dé”. ¿Milei lo llamó?

—No. Se ve que no le pasaron mi número de teléfono. 
 

—¿Karina Milei tampoco?

—No, tampoco.
 

—¿Lisandro Almirón?

—Sí, él me cursó un mensaje ayer y le respondí, por supuesto.
 

—¿Y los otros? Tincho, Ricardo…?

—No, todavía no. (N. de la R: Posteriormente a esta entrevista se conoció públicamente que Ascúa mantuvo contacto telefónico con Juan Pablo Valdés)
 

—¿Está esperando esa llamada?

—No, la verdad que no. El reconocimiento que tenía que tener ya lo tuve: el de la gente que nos votó con el 52% y el de mis afectos, que me acompañaron en este proceso.
 

—A los intendentes electos de Vamos Corrientes les preocupa la cuestión de las adicciones. ¿Cuál es la mirada para el gobierno de Corrientes ahora?

—Sí, nos preocupa mucho. Para el gobierno va a ser un desafío, pero lo principal es trabajar en forma mancomunada con todos los actores. En Ituzaingó vimos cómo cuesta que cada localidad tenga sus profesionales especializados, porque esta es una problemática con muchas aristas. En principio, tener los gabinetes multidisciplinarios armados y, sobre todo, conseguirlos en las distintas localidades. Por eso vamos a trabajar con el plan Más Vida. Capacitar y tener más gabinetes, donde la Justicia también pueda mandarnos a los chicos que tengan problemas de consumo, pero que también nosotros podamos darle a los padres ese gabinete a disposición para poder trabajar de cerca con este problema, porque muchas veces también eso significa un costo y ese costo muchas veces uno no tiene para afrontarlo.

Mirá la nota adjunta: "Mis hijos están juntando firmas para quedarse en Ituzaingó"

 

—Gobernar es liderar, básicamente. Habla de equipos de trabajo, gabinetes multidisciplinarios; dijo una palabra clave que es “ensamblar personas diferentes”. Pero en algún momento las personas se quedan solas: un gobernador decide en soledad, ¿no es cierto? ¿En quién confía?

—Siempre. ¿En quién confía el gobernador? En el gobernador.
 

—En el gobernador y en el trabajo de su equipo.

—Sí. Corrientes ha crecido y ha crecido mucho, y eso hace que tengas que tener equipo para poder llegar a todos lados. Hoy el tiempo, cuatro años, la verdad que es un tiempo corto. Después viene una reelección, pero a la reelección vos tenés que llegar y la gente te la tiene que dar. Es un error pensar en ocho años.
 

—Ahí está la decisión. ¿En quién confía el gobernador? En el Gobernador. 

—Por eso te digo, y en el trabajo de su equipo.
 

—¿Y cómo armar el equipo?

—Son dos cosas. Uno arma muchos equipos para poder atender muchas cuestiones a la vez y después los supervisás. Hoy claramente el liderazgo es transversal. Antes era un liderazgo vertical, donde todo pasaba por una sola mirada, una sola conclusión. Hoy uno necesita tener un equipo que ejecute y una supervisión. Para mí funciona así, sobre todo con un gobierno provincial que ha crecido, que se ha desarrollado.Cuando uno mira la potencialidad de la materia prima hoy. Antes quizás solo teníamos ganadería y de repente hoy miramos y tenemos forestación, ganadería, nuez pecán, cítricos, tabaco. Tenemos tanta potencialidad que hay mucho más para atender. Tenemos 18 parques industriales; antes teníamos uno. Hoy tenemos una provincia muy distinta, que necesita un equipo que aborde diferentes temas todos a la vez y que vaya tomando decisiones y desarrollando la provincia.
 

—¿Trabaja con agendas?

—Con agendas y equipo. Y soy mucho de hacer reuniones de gabinete todos los meses, una reunión de gabinete para hacer la revisión de las metas.
 

—¿Escuchá? ¿Hablá con ellos?

—Sí, por supuesto. Primero se vuelca la agenda, se abordan los temas y después ahí empiezan las revisiones.
 

—Hubo dos casos puntuales en el triunfo de Vamos Corrientes: Paso de los Libres y Virasoro. ¿Por qué le ganó a “Tincho” Ascúa en su casa y por qué a Emiliano Fernández en su casa?

—Uno miraba y decía: qué raro lo que sucede. En el número (las encuestas) veíamos la posibilidad y lo primero que hacía era ir a mirar la de Ituzaingó, a ver si sucedía lo mismo, porque era extraño que los otros candidatos a gobernador perdían en su localidad y en Ituzaingó ganábamos. Entonces decía: definitivamente la población de Ituzaingó cree que soy un buen candidato a gobernador, y la de Virasoro y Paso de los Libres no cree eso de los otros candidatos.
 

—Por la dureza de la campaña, se dinamitaron algunos puentes. ¿Se puede recomponer la relación con los que lo atacaron?

—Hay que dialogar. Terminó la campaña y hoy queda el proyecto futuro de Corrientes, que es el millón doscientos mil correntinos. Podemos dialogar. Ayer me decían si los voy a perdonar. Primero deberían tomarse el trabajo, así como hablaron al pepe públicamente, de agarrar un micrófono con el mismo coraje y decir: “voy a pedir disculpas porque me equivoqué”. Si lo sienten; si no, ¿para qué le voy a perdonar? Está todo bien.
 

—Pero en términos políticos…

—Si sienten que se equivocaron y que la gente no los apoyó por eso y quieren pedir disculpas, que pidan. Si no, igual mañana tengo que trabajar. Tengo que devolver con trabajo la confianza del 52% y trabajar para el otro 48% también. El tiempo dirá después la tasa de confianza. Ya me dieron la oportunidad y no puedo detenerme a ver si me llamó Pepito o si me pidió disculpas. Esto ya es historia. Hay gente que se tiene que retirar de la política claramente. Hay gente que se equivocó y mucho y tiene que hacer una reflexión profunda. Nosotros, desde Vamos Corrientes, a partir del 10 de diciembre vamos a continuar trabajando con energía, juventud, ideas nuevas, frescas y con mucha pasión por Corrientes.
 

—En esta etapa de transición hay agendas: la del gobernador y la tuya. ¿Cuál es su perfil de agenda de acá al 10?

—Trabajar en la composición de los equipos. Empezar a hablar cuando el tiempo lo permita. En la transición, ordenando y ayudando a Emilio (Nicolás, intendente electo de Ituzaingó): él también tiene un desafío porque tiene que armar su equipo. Lo tiene más sencillo porque ya conoce exactamente el funcionamiento del gobierno, porque hemos trabajado juntos en el gobierno municipal. Deberá darle su impronta con sus nombres. Cuando se dé el tiempo y lo permita la agenda, vamos a ordenar la transición. Y nos queda la campaña a legisladores nacionales: ya estamos trabajando porque no hay muchos días. Prepararnos de la mejor manera para que, a partir del 10 de diciembre, la continuidad y la nueva etapa comiencen pronto.
 

—Hay áreas sensibles: Hacienda, Salud…  ¿Habrá reuniones clave en este período?

—Con seguridad vamos a mantener reuniones. Queríamos que se resuelva primero lo del 31, porque no podíamos programar una agenda con un compromiso tan grande y sin saber qué iban a decir las urnas. Ya resuelto, después de esta semana vamos a tener esas reuniones para tener muy aceitado el diagnóstico de cada área y empezar a trabajar desde el 10 de diciembre con un panorama claro.
 

—¿Cómo piensa el área cultural?

—Para nosotros es central. En este tiempo, una de las áreas más afectadas y atacadas fue la cultura. Nosotros los correntinos somos historia, cultura, chamamé, carnaval: es parte de nuestra identidad. Raro que traten de avanzar sobre algo tan sensible. Si vos mirás la foto entera, se hizo un Centro Oncológico, un hospital de campaña, comisarías, 170 escuelas, 85 jardines, rutas, autovía, parques industriales, puertos, camino al otro puerto. Se desarrolló y modernizó Corrientes, y también la cultura. 
 

—Y por último: más allá de modernización e inclusión, ¿cuál será el perfil de su gobierno?

—Primero, vamos a hacer las obras que faltan para vivir mejor: más viviendas. Seguir trabajando en salud, seguridad y educación, con mirada de modernización: tecnología en educación digital; telemedicina en salud; inteligencia artificial para mapas delictivos y predictivos del delito, para dar mejores herramientas a la Policía. Trabajar mucho más en los servicios: que se eduque más, que haya más seguridad, que se cuide más la salud. Nos vamos a encargar de nuestra parte: inversiones en energía, caminos, rutas, puertos, para que el sector productivo siga creciendo. Y vamos a trabajar fuerte en la promoción de la provincia para darle valor agregado a nuestra materia prima: atraer empresas, generar trabajo para que los jóvenes no se vayan y para que mucho talento pueda volver. Tenemos que crecer poblacionalmente sin perder de vista los servicios del Estado. Por eso hay que invertir en caminos, en zonas rurales con electrificación, apostar a que el productor tenga mejor calidad y llegada a su producción, y que las industrias que vamos a salir a buscar para llenar los parques industriales estén abastecidas y sin problemas de materia prima.

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