La Parroquia San Juan Bautista, ubicada en el corazón del barrio Aldana, dio un paso inédito en su historia lanzando su propio programa en vivo vía streaming, llamado "Lo que nos pasa".
La propuesta, impulsada y auspiciada por el párroco padre Cristian Soto, cuenta con un equipo de voluntarios que se encarga de la producción, diagramación, edición y transmisión del contenido.
Con cámaras, micrófonos y cables instalados en espacios comunes del icónico templo, la iniciativa busca abrir las puertas de la comunidad a través de un lenguaje cotidiano y cercano, aprovechando las oportunidades que ofrecen las redes sociales y las plataformas digitales.
“Estos tiempos desafían a ejercitarnos en otros tipos de presencia comunicativa. Sabemos que tenemos un mensaje útil y necesario, y los nuevos medios son un canal eficaz para transmitirlo”, expresó el padre Soto.
Un espacio para la fe y el diálogo
El objetivo principal de Lo que nos pasa es establecer una comunicación fluida y de ida y vuelta en tiempo real. No solo se difundirán actividades de la parroquia, sino que también se abordarán temas de interés general y espiritual, como La fe en tiempos de crisis, La psicología del perdón, Dios en mis dudas, Fe sin filtro o ¿Y si Dios fuera joven?.
El párroco subrayó que esta es “una oportunidad para aprovechar el contacto directo que nos brindan los medios digitales”, en un contexto donde la Iglesia busca nuevos formatos para acercar su mensaje a más personas.
El equipo detrás de la propuesta
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Idea, realización y técnica: Darío Ortega (voluntario del servicio del Buen Samaritano).
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Producción: Silvina Chanquía (catequista).
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Conducción y música: Patricia Pattenden (ministro de música y de la comunión).
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Técnica de transmisión e imagen: Agustín Benchetrich (voluntario del Buen Samaritano).
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Mensajes y redes sociales: Matías Cabrera (ministro de la comunión y de música).
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Cortina y música original: Delfo Quiroz.
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Producción y conducción general: Padre Cristian Soto.
Con este innovador proyecto, la Parroquia San Juan Bautista no solo marca un precedente en la comunicación eclesial local, sino que también invita a vivir la fe en un nuevo formato, adaptado a los desafíos y lenguajes de la era digital.