Con apenas tres años, Faustina, una niña goyana finalizó su tratamiento contra el cáncer que venía realizando en el hospital Garahan de Buenos Aires. Como todos los pacientes oncológicos del pediátrico que tienen una culminación feliz y llena de esfuerzo y esperanzadora, tocó la campana del Garrahan.
La familia de la pequeña compartió el video del emotivo momento y expresó su agradecimiento: "Queremos agradecer a todas las personas que oraron por su vida". El gesto, breve pero cargado de significado, marca no solo el cierre de un proceso médico, sino también el comienzo de una nueva etapa de esperanza.
Faustina fue trasladada desde Corrientes a Buenos Aires para su atención en el Garrahan, donde, según allegados a la familia, se enfrentaron a una situación compleja por la demora en el diagnóstico inicial. A pesar de las dificultades, el compromiso de su entorno y el acompañamiento médico fueron claves en su recuperación.
La historia de Faustina conmovió a vecinos y vecinas de Goya, quienes se movilizaron en distintas campañas de apoyo para garantizar su tratamiento. “Sufrieron mucho, pero ahora están con toda la esperanza”, señaló una de las personas que acompañó el proceso.
En el Garrahan, tocar la campana se ha transformado en un ritual de celebración: cada vez que un niño la hace sonar, se celebra no solo el fin de la quimioterapia, sino la fortaleza, el acompañamiento familiar y el trabajo conjunto por la vida.
Fuente: TN.