Por María José Madarnás
Colaboración Especial
En Argentina la licencia por maternidad remunerada es de 90 días, de los cuales al menos 30 se deben tomar de forma obligatoria antes del parto. Esto deja un período de un máximo de 60 días tras el parto para que la madre se recupere y se prepare antes de reincorporarse a su actividad laboral.
Aunque el permiso por maternidad se puede prorrogar entre 3 y 6 meses, estas prórrogas no son remuneradas, por lo que muchas madres no pueden permitirse esta opción, pues necesitan los ingresos de su trabajo para completar la renta familiar.
Aquellas madres que deben reincorporarse al trabajo a los dos meses de dar a luz pueden tener dificultades para continuar con la lactancia exclusiva, por no tener la disponibilidad para amamantar a su bebé siempre que él lo necesite. En este ámbito optar por la lactancia diferida es la solución para que la vuelta al trabajo y la lactancia se puedan compaginar.
¿En qué consiste la lactancia diferida?
La lactancia diferida es un método de lactancia que se basa en la extracción de la leche materna de forma manual o con la ayuda de un extractor o sacaleches para su utilización posterior. En este caso el bebé recibe la leche materna sin necesidad de mamar directamente del pecho de su madre.
Este método es ideal para que las madres que se reincorporan al trabajo puedan seguir con la lactancia exclusiva. Se necesita tener una reserva de leche y a una persona que se encargue de alimentar al bebé con la misma cuando la madre no esté disponible para amamantar al niño directamente.
¿Cómo extraer la leche de la forma adecuada?
La extracción de la leche materna puede realizarse de forma manual o con la ayuda de un sacaleches. Utilizar un sacaleches es lo más práctico porque es más rápida, pero se debe elegir uno adecuado y eficaz.
Existen distintos modelos de sacaleches: manuales, eléctricos, simples o dobles. En muchos casos es posible alquilarlos para su uso doméstico. Pensando en la reincorporación al trabajo lo mejor es elegir un modelo compacto y fácil de transportar que puedas utilizar también en tu oficina.
Para iniciar la extracción se debe comenzar por masajear el pecho para estimular la producción de leche. Se deben realizar masajes alrededor del pecho, desde la parte exterior hasta la areola. Los masajes deben ser suaves y realizando una ligera presión sobre el pecho. No se debe frotar o tirar de la piel, ya que es una piel muy delicada y podría producirse alguna molestia o irritación.
Una vez que el pecho está preparado se debe comenzar a extraer la leche. Si se hace de forma manual se debe vigilar una buena técnica que no dañe el pezón y si se opta por el extractor se debe colocar de la forma correcta y debe adaptarse bien al pecho, de esa forma se evitarán lesiones.
¿Cómo tratar la leche extraída?
En primer lugar se debe elegir un recipiente adecuado para leche materna. Se pueden utilizar tres tipos de envases diferentes:
• Algunos envases plásticos son adecuados para conservar la leche materna. Se pueden utilizar distintos tipos de envases herméticos siempre que estén homologados para la conservación de alimentos.
• Existen también bolsas especiales para la leche materna. Estas pueden resultar muy prácticas para extraer la leche pues algunos modelos pueden adaptarse al sacaleches, haciendo el proceso de extracción más cómodo e higiénico. Además, ocupan menos espacio en el congelador.
• Los envases de vidrio con tapa hermética son los más adecuados para congelar la leche materna. Para utilizarlos se deben haber esterilizado antes, para evitar cualquier riesgo de que la leche se contamine. Estos son los recipientes en los que la leche se puede mantener congelada durante más tiempo.
Almacenamiento
Una vez extraída la leche se puede refrigerar o congelar, dependiendo de cuanto se vaya a tardar en utilizar. Antes de congelar la leche se recomienda enfriarla introduciendo el envase en agua fría.
La leche refrigerada puede durar entre 5 y 8 días, pero debe guardarse en la parte de atrás de un estante, que es donde se conserva más estable la temperatura de la heladera.
La duración de la leche congelada depende del tipo de congelador del que se disponga. Si se tiene una nevera con congelador integrado dentro de la misma, la leche puede durar hasta dos semanas. En cambio, si se dispone de una nevera grande, que cuente con un congelador con puerta independiente, el tiempo de conservación puede ser de hasta seis meses.
Es recomendable que en todos los envases se escriba la fecha y hora de la extracción y la cantidad que contiene. De esta forma será más fácil la organización posterior para consumir antes la leche más antigua y dejar la más reciente.
¿Cómo descongelar la leche?
Llegado el momento de iniciar la lactancia diferida, la persona encargada de alimentar al bebé debe aprender a descongelar la leche correctamente. Esto es muy importante pues si no se hace bien, la leche puede perder todas sis propiedades.
La leche debe descongelarse poco a poco. Lo mejor es sacarla del congelador y meterla en la nevera la noche anterior a su uso. Después debe sacarse de la nevera y calentarse despacio, preferiblemente poniendo el envase en otro recipiente con agua tibia.
No se debe hervir la leche ni calentarla en el microondas. Si se hace, la leche perderá una gran cantidad de nutrientes y vitaminas esenciales para el bebé.