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/Ellitoral.com.ar/ Policiales

Juzgan a tres correntinos narcos que, a los tiros, evitaron ser detenidos

Jacinto Carlos Alberto Turco Viola; su ex pareja, Soledad Del Valle Rodríguez; y su ex cuñado, Miguel Angel Rodríguez, se abstuvieron de declarar en el comienzo del debate. El hecho se produjo en junio de 2017 en un operativo sobre la Ruta 12.  

 Comenzó el juicio a tres correntinos por tráfico de estupefacientes en la provincia de Entre Ríos. 

En 2016, una inspección de Gendarmería en un colectivo sobre la autovía nacional 14 detectó marihuana en dos bolsos y terminó con la detención de Jacinto Carlos Alberto Turco Viola. Al año siguiente, el mismo hombre junto con su ex pareja, Soledad Del Valle Rodríguez, y su ex cuñado, Miguel Angel Rodríguez, fueron sorprendidos por policías de Delitos Rurales que recorrían la Ruta Nacional 12, cerca de La Paz, cuando acondicionaban droga en la banquina. Los tres son juzgados en el Tribunal Oral Federal de Paraná por los dos hechos de transporte de marihuana.

El primer hecho ocurrió el 14 de septiembre de 2016, cuando la fuerza de seguridad nacional detuvo la marcha de un colectivo en el puesto fijo de control, en la Ruta Nacional 14, en Gualeguaychú. Se subieron dos gendarmes y detectaron que detrás del último asiento de la planta alta del micro había una mochila. La uniformada preguntó a quién le pertenecía y nadie respondió. Por esto, decidieron pasar a la perra detectora de narcóticos, que marcó la presencia de drogas. En el asiento estaba sentado Turco Viola, que negó la propiedad de esa mochila, pero no no pudo hacer lo mismo con la que tenía en el piso entre sus piernas. La perra volvió a alterarse y rascar esa mochila. En ambas se encontraron casi 30 kilos de marihuana.

El correntino fue detenido, lo imputaron por transporte de estupefacientes y tiempo después le otorgaron el arresto domiciliario. Unos meses después iba a volver a caer.

Fue en la madrugada del 7 de junio de 2017, cuando efectivos de la Dirección de Delitos Rurales de la Policía de Entre Ríos realizaban una recorrida prevencional por la Ruta 12, en el norte de la provincia. A la altura del puente Arenales, por el kilómetro 605, observaron la sospechosa presencia de un auto Toyota Corolla en la banquina con tres personas: Miguel Angel Rodríguez iba al volante, su hermana de acompañante, y atrás, tapado con mantas, Turco Viola. Cuando el patrullero se detuvo detrás del vehículo, uno de los correntinos sacó un arma y efectuó disparos al aire para luego acelerar y darse a la fuga. Cuando revisaron el lugar, los uniformados encontraron varios ladrillos de marihuana envueltos en una campera, detrás del guardarraíl. La droga pesó 10 kilos y tenía una alta concentración de THC, casi del 8%, es decir, sumamente psicoactiva.

Se inició una persecución y poco después se localizó el auto que había ingresado a la ciudad de La Paz con los tres ocupantes. Para corroborar que era el mismo Corolla y los mismos sospechosos, llevaron el perro detector de drogas, que marcó “olor muerto” de marihuana en el mismo. Es decir que ya no había droga, pero sí el olor, ya que recientemente la habían sacado.

Según publica el diario Uno de Entre Ríos, en la primera audiencia del juicio, ante el tribunal unipersonal de la jueza Noemí Berros, tanto Turco Viola, de 49 años, como los hermanos Rodríguez (el hombre de 49 y la mujer de 33) se abstuvieron de declarar, pero dijeron que lo iban a hacer más adelante. El primero tiene un procesamiento también en una causa federal por narcotráfico en la provincia de Corrientes, y el segundo ha cumplido una condena por robo de auto.

Declararon cuatro gendarmes que participaron del primer procedimiento hace más de dos años, quienes recordaron el control efectuado en el colectivo y el hallazgo de la droga. Una efectivo contó que Turco Viola, hasta ser detenido, mandaba mensajes todo el tiempo con su celular. Y otros afirmaron que pasajeros les contaron que vieron al hombre subir al micro con las mochilas y dejar una detrás del asiento del fondo.

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