Luego de una deliberación entre trabajadores de las líneas 101 y 110 optaron por salir a trabajar. De la reunión participaron delegados de la UTA y se vieron duros cruces y acusaciones entre ambas partes.
Cerca de las 13, los colectivos con su amarillo característico comenzaron a circular por la ciudad tras 36 horas de paro. A las 19.30 cortarán el servicio por cuestiones de seguridad.
Roberto Báez, propietario de la empresa, aseguraba que el 90% de los choferes a su cargo querían trabajar.