El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder catalán Quim Torra, inauguraron una inédita mesa de diálogo sobre el “conflicto político” de Cataluña, con la que se busca encauzar el desafío secesionista más de dos años después del intento fallido de ruptura unilateral.
Es un primer paso de acercamiento, que ya tiene como principal logro una foto de un apretón de manos entre el socialista Sánchez y Torra que ambos se tomaron tras una caminata por los jardines del Palacio de La Moncloa, en la tarde madrileña.
“Esta primera reunión ha servido para sentar las bases del diálogo, abordando algunos aspectos metodológicos, y para constatar la naturaleza política del conflicto y que este requiere de una solución política”, afirmaron ambas partes en un comunicado conjunto al término de una reunión de más de tres horas.
“Ha sido un debate abierto, honesto y franco de las dos partes, y sirvió también para poner de manifiesto las discrepancias existentes referentes al origen del conflicto y las vías de solución”, explicó Torra poco después en conferencia de prensa.
El presidente catalán afirmó también que su delegación insistió en que la solución del conflicto “se basa en el ejercicio del derecho de autodeterminación y amnistía” para los presos secesionistas, pero el gobierno español “sigue sin dar una repuesta clara a esa posición”.
Por otro lado, reiteró la necesidad de un “mediador” para que “ayude a clarificar y que no haya distorsiones en el debate”. Tampoco hubo respuesta sobre este punto.
En el comunicado conjunto se explicó que la mesa de diálogo se reunirá mensualmente y que los encuentros tendrán lugar de forma alternativa entre Madrid y Barcelona. El propio Torra confirmó que la próxima cita será en marzo en la ciudad catalana.
Además, “cualquier acuerdo que se adopte en el seno de la mesa se formulará en el marco de la seguridad jurídica”, subrayaron las partes.