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Los beneficios del mindfulness en la sexualidad

El mindfulness es una técnica milenaria de más de 2500 años, proveniente de la tradición budista, cuya traducción es “atención plena” o “conciencia plena” de la realidad, en el momento presente, sin juzgar y con aceptación, que nos conduce a focalizarnos en aquello que nos sucede, ser conscientes de los pensamientos, emociones y sensaciones corporales.

Por El Litoral

Jueves, 12 de octubre de 2023 a las 17:18

Por la Dra Andrea Elias (*) 


El Mindfulness llegó a la ciencia, en la década de los 70, gracias al biólogo molecular y doctor en Medicina Jon Kabat Zinn, quien comenzó a occidentalizar la práctica, tras dedicarse un largo tiempo a estudiar e investigar las prácticas del zen y el yoga con diversos maestros budistas. Zinn definió el mindfulness como la capacidad de enfocar la atención sin dejarse llevar por juicios, expectativas o ideas preconcebidas como “un estado de conciencia que emerge del prestar atención de manera particular, deliberadamente al momento presente con aceptación”. La define como “la consciencia plena implica prestar atención de un modo en particular: con un fin, en el momento presente y sin juzgar”, “el simple acto de reconocer sus pensamientos como pensamientos, puede liberarle de la distorsionada realidad que con frecuencia crean y permitirle una mayor clarividencia, así como un mayor sentido de control sobre su vida”.
Desde allí, en los últimos 50 años, ha ido integrándose fuertemente a la medicina, y a la psicología occidental. Evidencia de esto, es la cantidad de estudios científicos que avalan su eficacia. Kabat Zinn diseñó en 1979 el Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR) siendo una de las intervenciones más estudiadas para reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y diversas condiciones físicas, asociadas con estados de estrés crónico y desequilibrio. Desde entonces la Atención Plena se ha convertido no solo en una potente técnica de transformación interior, sino también en toda una filosofía de vida.
La práctica de Mindfulness se lleva a cabo desde dos maneras:
•    práctica formal: cuando practicamos la meditación como actividad principal, lo cual implica períodos intensivos de silencio. Por ejemplo, tomar conciencia de la respiración, adoptar una postura determinada y centrar la atención en las sensaciones corporales, los pensamientos y las emociones.
•    práctica informal: traer estas cualidades a la vida diaria, a la práctica cotidiana. Durante el día y en distintas situaciones, practicamos atención plena de lo que está sucediendo, al caminar, conducir, comer, caminar, ducharse, limpiar, hacia cualquiera de las actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día.

Beneficios del Mindfulness sobre la salud mental y física.
Al llevar a la mente a un estado de calma:
•    Mejora la inteligencia emocional: mejora el autoconocimiento, las relaciones interpersonales, las cuales son de mayor calidad y más satisfactorias.
•    Estimula la creatividad, mejora la memoria, aumenta la energía mental y física, los tiempos de reacción se agilizan
•    Mejora la capacidad de concentración, alejando las distracciones.
•    Combate el insomnio: lleva al organismo a un estado de relajación y ayuda a alejar las preocupaciones.
•    Reduce el estrés crónico, (desciende los niveles de cortisolemia), y sus consecuencias (hipertensión, enfermedades cardiovasculares, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, etc.), efecto quizás más estudiado y conocido del mindfulness.
•    Refuerza el sistema inmunológico mejorando el impacto de patologías como el dolor crónico, cáncer, etc.
•    Mejora la depresión y prevención de recaídas, conlleva beneficios en los trastornos de somatización, prevención de suicidio, ansiedad, adicciones, (dependencia de droga y alcohol), trastornos de la personalidad, prevención de trastornos alimentarios.
•    Eficacia y beneficios en relación a la sexualidad, como mejorar la salud y satisfacción sexual, traduciéndose en una mejora en la calidad de vida.
La atención plena puede mejorar el sexo
La atención plena, al aumentar la conciencia corporal, regula la atención y las emociones, aleja los recuerdos, emociones anticipadas y juicios negativos, enfocándonos en las sensaciones del momento presente. Conduce a cambios neuroplásticos en la estructura y función de las regiones cerebrales implicadas, como la ínsula que, al aumentar su volumen, puede sugerir una mayor conciencia del estado presente y más capacidad para manejar cognitivamente las emociones.
La atención a las sensaciones corporales, es de suma importancia para el campo de la sexualidad porque la identificación de reacciones fisiológicas, de la respuesta sexual, puede influir en la experiencia de una sexualidad más consciente y satisfactoria. En la experiencia clínica se observó, que los pacientes que inician y continúan una práctica regular de atención plena, antes de abordar sus problemas particulares de disfunción sexual, tienen un mejor resultado, que aquellos que no lo hacen. En promedio, las mujeres que practicaban la meditación, obtuvieron puntajes más altos que las mujeres sin meditación, en los índices de medidas de función sexual.
¿Y los hombres?
Aunque la literatura empírica, solo se ha centrado en la aplicación del mindfulness a las dificultades sexuales y al dolor genital de las mujeres, también se han encontrado beneficios en la aplicación del Mindfulness, para una amplia gama de dificultades sexuales de los hombres como la disfunción eréctil, eyaculación precoz y retardada, y el dolor relacionado con el sexo. La psicofisiología de la disfunción eréctil psicógena, se basa en gran medida en el rendimiento, ansiedad y cogniciones negativas. Aprender a enfocarse conscientemente en la excitación genital, sin involucrarse emocionalmente en pensamientos negativos, puede mejorar las erecciones en hombres con disfunción eréctil, es decir, usando la observación consciente durante la excitación, en lugar de concentrarse en el objetivo, en las expectativas.
Se ha publicado en 2021 otra investigación dónde se realizó una intervención grupal de 4 sesiones, basada en Mindfulness, para sobrevivientes de Cáncer de Próstata (CP), con una edad promedio 65,6 años. Las entrevistas realizadas a los participantes, demuestran la utilidad de la atención plena como una intervención factible, y quizás incluso prometedora, para mejorar la intimidad sexual en las vidas de los sobrevivientes de CP y sus parejas. Casi la mayoría manifestó, que disfrutaron de la intervención, y notaron una notable mejoría. Tal vez la “aceptación”, frente a cambios permanentes en la función sexual postratamiento, es una hipótesis para permitir el duelo, y la posibilidad de permitirse una vida sexual diferente, creando un espacio para disfrutar “una nueva normalidad sexual”, satisfactoria. Sugiere la investigación, incluir la práctica de mindfulness, sobre el papel de la aceptación, como una herramienta para reducir la angustia de la vida sexual que fue, y también como técnica en la reducción del estrés, ya que puede conducir a un mejor funcionamiento y disfrute sexual. Los participantes percibieron la atención plena, como una fuente de gran parte de sus mejoras.
Encuentro íntimo:
Disfrutar de un beso en forma consciente, hacer del encuentro de los labios, una práctica sensual, íntima, sentir todo lo que se activa al contacto de los mismos, percibir la temperatura, el grosor y humedad de los labios, el aroma. En un momento, separarse del otro para mirarse a los ojos, y luego continuar, ser consciente de todo lo que se activa al contacto de tus labios. Poner atención a los cambios que se generan durante las diferentes fases de la respuesta sexual: percibir cambio de la frecuencia respiratoria, el pulso que se acelera, el cambio en la piel que se ruboriza, la elevación de la temperatura, sentir el cambio del cuerpo, respirando en todo momento, siendo consciente de ello, sin llegar a la práctica del coito, ni conseguir el orgasmo. Sentir la respuesta corporal disfrutando de los cambios que genera la excitación, sin juicio y con aceptación.

El Mindfulness o Atención Plena, nos conduce a focalizarnos en aquello que nos sucede. La vida moderna y el desarrollo de la tecnología, si bien es sinónimo de confort, no nos han traído tranquilidad a nuestras vidas. Estamos permanentemente invadidos por estímulos externos que exigen una respuesta rápida, obligándonos a vivir, en un permanente “estado de tensión”, al tener que prestar atención a varias cosas al mismo tiempo, llamado Multitasking o Multitareas, entrando en un “piloto automático”, el “modo hacer” de la mente, que nos lleva a rumiar en pensamientos, nostalgia de un pasado y añoranza de un futuro, sin conectarnos con la realidad presente. 
En la práctica del Mindfulness pasamos del “modo hacer” al “modo ser”, es decir con lo que sucede, con la experiencia que estoy viviendo, sin controlarla, ni juzgar o cambiarla, una conciencia centrada en el presente, viviendo cada pensamiento, sentimiento, sensación. Ocurre lo mismo en Sexualidad. Al crear expectativas, ansiosos por el resultado o anticipándonos por malas experiencias, juzgando nuestro desempeño, como en un rol de espectador, nos desconectamos del momento presente. Esta ansiedad, nos lleva a no disfrutar del encuentro sexual, generando situaciones, que pueden llegar a ser no placenteras, frustrantes, para las personas, a tal punto de llegar a causar disfunciones y gran malestar.

(*) Dra Andrea Elias
Especialista en Endocrinología Ginecológica (SAEGRE)
Fellow en Ginecología Infanto Juvenil (FIJIG)
Sexóloga Clínica (SASH)
Coordinadora del Capítulo de Sexualidad y Género (ASOGIR)

MÁS INFORMACIÓN: Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA)  
 

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