Declararon diez testigos en la continuidad del juicio al profesor de educación física Gustavo Enrique Escobar (46) acusado por 11 hechos de abuso sexual simple en una escuela de Virasoro.
El la primera de las audiencias, se presentaron cinco testigos, todas son madres de las víctimas y se proyectaron tres videos de Cámara Gessell. La calificación legal del acusado es “Abuso Sexual Simple, agravado por la condición del sujeto activo: Encargado de la Educación (once hechos) todos en Concurso Real”.
Los integrantes del Tribunal Oral Penal están integrados por la doctora Alejandra Petruchi de Oharriz, Rodrigo López Lecube y Sergio Ramos. En este caso el fiscal es el doctor Julio Cazarré y la querella de al menos tres víctimas es el doctor Eduardo Etchegaray Centeno
Según la acusación, todo comenzó en junio del 2022 con la denuncia de los padres de tres niñas de 7 años que asisten al segundo grado en la institución en contra del profesor de educación física, que habría sometido a las nenas a tocamientos y vejaciones en el marco de lo que el presentaba como "juegos divertidos".
La investigación comenzó luego de que una nena le relatara entre llantos a su mamá los “juegos” que su profesor, de apellido Escobar, le hacía practicar a ella y a sus compañeros. “Debían correr para que el lobo no los atrape, porque sino los ‘comía’ y los terminaba manoseando”, narró una mamá denunciante.
La madre de la menor avisó al grupo de WhatsApp de la escuela y los casos comenzaron a salir a la luz de inmediato. Los pequeños empezaron a contarle a sus papás cómo el educador los manoseaba cuando los atrapaba. “Los alzaba a sus piernas y les tocaba sus partes íntimas”, comentaron.
En ese mismo grupo, otra mujer señaló que ella ya había hecho la denuncia correspondiente y aseveró: “Mi hijo me comentó todo. Por favor hablen con los suyos porque seguro hay más casos”.
Otra mamá de un nene de 6 años hizo público el relato de su pequeño: “Me dijo que el profesor jugaba a la mancha y a la escondida. Les cantaba la canción del lobo, la de los colores. Que el que no participaba, el profesor le hacía cosquillas y lo manoseaba. Mi hijo me confirmó que le tocó muchas veces sus partes íntimas”.
Y continuó: “Le pregunté por qué no me había contado antes y me dijo que el docente les ordenó que no hablen, porque ‘el lobo’ era malo. Pero era todo para mantenerlo en secreto”.
La mamá de una nena de siete años, sostuvo que "mi hija me dijo que todo ocurría cuando las clases se daban en un salón. Que el profesor les ayudaba a hacer el rol hacia adelante y hacia atrás y aprovechaba para tocarles la cola, la entrepierna y el pecho. Ella no me contó nada del juego del lobo feroz, pero otras mamás me dijeron que sus hijos sí hicieron referencia a eso".