Arribar a un sistema de votación ágil y sencillo parecía una aventura difícil de emprender o algo que a nadie le importaba en la institucionalidad argentina.
Pero sorprendieron los comicios legislativos nacionales de este año, con una boleta única papel que parece haber llegado a quedarse.
A continuación nos permitimos releer a Claudio Bargach, quien es el coordinador nacional de la Red Ser Fiscal y que con un artículo aparecido en las últimas horas en Clarín, desanda un camino argumental interesante.
“El domingo 26 de octubre en las alecciones nacionales legislativas votamos con Boleta Única de Papel (BUP), ley aprobada por mayoría especial en ambas cámaras y que debutó en elecciones de medio término.
El debut fue exitoso y promisorio, exitoso porque no hubo mayores dificultades con el nuevo sistema y los votantes comprendieron en términos generales el sistema y promisorio porque abre la puerta a mejoras que consoliden definitivamente el sistema.
Provincias como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis a nivel provincial, con Chubut y Entre Ríos aprobado el sistema para su debut local en el 2027 y con sistemas electrónicos en Salta, Neuquén y CABA, existe un amplio porcentaje de provincias que han encarado la modificación del sistema electoral en este sentido.
Quienes votaron de esta manera han comprobado que estaban todos los candidatos, votaron rápido y sencillo y seguramente si son escuchados en las provincias que aún restan.
No debería haber marcha atrás para que más provincias incorporen este método que libera la tensión de cuidar que no haya robo ni sustitución de boletas, roturas o aparición de boletas truchas y que además de sencillo permite que a las 21:10 de la noche se presente a la ciudadanía los resultados provisorios con el 90% de las mesas escrutadas.
La elección de un sistema de votación es una decisión política que facilita aspectos que de otra manera no podrían aparecer. La ley de lemas, listas espejo para saber qué partido de la alianza proveyó más votos a la misma y allí eventualmente distribuir poder,” militar la boleta “ en las plazas del pueblo , en el bajo puerta en las casas o tener la necesidad de llevar la boleta por las dudas a nivel nacional es asunto del pasado o deberían serlo.
Desde antes de la pandemia un colectivo de ONGs nos reunimos para contribuir, desde la sociedad civil, a dar impulso a esta iniciativa y apoyar a los legisladores que caminaban en este sentido. La Boleta Única es mejor, nos unificó en esta tarea y lo sigue haciendo, satisfechos por el resultado del modo de votación, sabemos que las organizaciones de la sociedad civil pueden impulsar una iniciativa, el Congreso y en el Poder Ejecutivo son quienes resuelven.
De igual manera hay cuestiones pendientes que iremos evaluando para mejorar esta iniciativa haciendo las propuestas que correspondan. El año 2026, un año no electoral, es el tiempo de analizar las mismas:
Si bien no hubo una gran proporción de votos en blanco, ¿conviene incorporar el cuadrado de votar toda la lista o debe ser por cada casillero?, ¿la elección de colores partidarios y su nitidez fueron adecuadas o debería revisarse en el próximo turno ?, ¿el tamaño de las boletas pueden agrandarse e incorporar además nuestra propuesta de una lupa para los electores a efectos de visualizar mejor la misma? Entre otras, son preguntas que en su momento deberíamos responder entre todos .
La capacitación de los electores es central, específicamente entre los jóvenes que van a la cabina de votación por primera vez , como los adultos mayores, este es un tema donde debe preverse un adecuado presupuesto .
A través de la CNE , Cippec, Conciencia la UNRosario y Ser Fiscal realizamos una gama de capacitaciones que mostró lo importante de una tarea amplia, profunda, que exceda el marco de la difusión en redes o televisión.
La designación de presidentes de mesa, su presencia y capacitación es un punto central a mejorar, junto al Consejo Interuniversitario Nacional , El Consejo de Rectores de Universidades Privadas y la FUA generamos a través de Ser Fiscal un Convenio para motivar a la comunidad educativa a inscribirse en el padrón de voluntarios a Presidentes de Mesa que habilita la Cámara Nacional Electoral , ha habido avances pero insuficientes aun”.
La conclusión es sencilla: el sistema podía mejorar y aún puede ser mejor.