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De la inestabilidad al aval de Trump

Por El Litoral

Viernes, 26 de septiembre de 2025 a las 17:12

Con dos semanas de incertidumbre por la corrida cambiaria y la insostenible decisión del Gobierno de disponer de la totalidad utilizable de las reservas para mantener la cotización del dólar en el límite de la banda  por la magnitud de las ventas requeridas diariamente, devaluación y  crisis política aparecieron en la memoria de la sociedad en general.
Esta circunstancia se producía en un marco macroeconómico que, visto en su conjunto, no parecía dar motivo a una crisis de confianza de tal magnitud. Sin embargo, algunas de sus debilidades se potenciaron cuando varios hechos políticos sembraron dudas sobre la gobernabilidad. El equilibrio fiscal, principal logro de la gestión de Javier Milei, fue puesto en riesgo por la sanción de varias leyes y el rechazo de los vetos con los que se intentó evitar su vigencia. A ello se sumó la derrota en las elecciones legislativas bonaerenses por un margen muy superior al esperado. Este evento electoral se nacionalizó a pesar de que solo alcanzaba a cargos provinciales. Lo cierto es que generó pesimismo en quienes esperaban un fuerte crecimiento de la representación parlamentaria oficial luego de las próximas elecciones.
La corrida cambiaria alimentó los malos pronósticos que incluyeron vaticinios, algunos con indisimulable entusiasmo, de caída del gobierno. La expresidenta Cristina Kirchner, desde su prisión domiciliaria, difundió irresponsablemente por X una temeraria sentencia: “¡Che Milei, qué olor a default!”. Desde otros flancos, inclusive antikirchneristas, se intensificaron las críticas al Presidente, desvalorizando o ignorando sus logros y amplificando sus errores.
Sin duda, Javier Milei aportó material para despertar esas críticas. Sus modos y su manejo político ahuyentaron apoyos, tal como se comprobó en los resultados electorales de las provincias de Corrientes y Buenos Aires. Sus ofensas gratuitas a personas e instituciones tuvieron un costo elevado en el distanciamiento de gobernadores y en las derrotas parlamentarias. Pero debe decirse que tanto en el voto de los legisladores de los partidos que le habían sido afines, como en los posteriores reordenamientos políticos, se privilegiaron intereses y sentimientos personales y de facción sobre las necesidades del país. A calificadas opiniones les faltó ponderación y una visión más comprehensiva y equilibrada. En ellas parecía no considerarse que este gobierno ha concretado logros muy importantes en el plano fiscal, el combate a la inflación, la caída de la pobreza, la desregulación y la seguridad.
La corrida sobre las reservas solo podía ser detenida mediante un golpe de confianza. Este se logró mediante dos acciones de impacto inmediato. Se llevaron a cero las retenciones a las exportaciones de granos hasta que se acumularan 7000 millones de dólares -objetivo alcanzado en solo tres días- y las de carnes hasta el 31 de octubre. Obviamente, se cortó el drenaje y el Banco Central se pudo hacer de dólares, acrecentando las reservas y disminuyendo el riesgo de su agotamiento. Pero el impacto sobre la confianza se multiplicó cuando el gobierno de los Estados Unidos se comprometió a asistir al de la Argentina en sus necesidades de pagos y en la defensa de sus reservas. Este apoyo, que había sido informalmente prometido por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en una visita a nuestro país, fue rotundamente confirmado por el presidente Donald Trump el martes último en Nueva York, durante el encuentro que mantuvo con Milei y el ministro Luis Caputo.
Los mercados reaccionaron positivamente y en forma inmediata. El riesgo país cayó más de 500 puntos básicos en correspondencia con la valorización de los bonos soberanos. Las acciones de compañías argentinas recuperaron los valores que habían perdido anteriormente. La cotización del dólar cayó a los niveles de dos meses atrás y las tasas de interés comenzaron a bajar. Volvió la calma y desaparecieron las presunciones de una crisis destructiva del Gobierno. El monto de la ayuda se estableció en 20.000 millones de dólares que estarán disponibles el 24 de octubre. El procedimiento por aplicar estará condicionado a que no se requiera aprobación parlamentaria y que se concilie con las normas de ambos países.
La angustia se ha disipado y han desaparecido los pronósticos de una crisis política inminente. Las voces del disgusto preguntan  cuál será el costo de este favor. Lo cierto es que el apoyo del presidente Trump está en línea con el trato especial que ya le había dado a Milei en más de una oportunidad y no es más que una retribución por el acompañamiento del argentino en temas internacionales.

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