La elección de hoy no solo definirá bancas. Los votos de 14.3 millones de electores convocados a votar este domingo establecerá un nuevo esquema de poder en la provincia de Buenos Aires.
En la Legislatura se define la gobernabilidad de Axel Kicillof. Se juega allí el poder para votar leyes, designar jueces, ministros de la Corte bonaerense y Subprocurador General. También, el poder de tomar deuda y fijar impuestos en los próximos dos años. Se juega su gestión. Y el proyecto que busca exportar al país en 2027 cuando termine su mandato.
Desde la Legislatura se delineará, en primer lugar, el poder político del gobernador frente a sus aliados internos: Cristina Kirchner y Sergio Massa. Esto incluye la presidencia de la Cámara de Diputados, actualmente liderada por un hombre de Massa, y la presidencia del bloque de Fuerza Patria, ahora a cargo de un hombre de Máximo Kirchner.
Kicillof tiene minoría de representantes propios en los bloques de Unión por la Patria, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores.
Justamente para demostrar que está en riesgo su gobernabilidad puso como candidata a diputada por la tercera sección a la presidente de la Cámara de Diputados, Verónica Magario.
Si gana, habrá llegado la hora de reclamar la presidencia de la caja política más grande del país. Nunca lo hizo, en seis años que lleva como titular del Poder Ejecutivo.
Y del otro lado se definirá la morfología de sus nuevos opositores: el poder de veto real que tendrá La Libertad Avanza, una vez incorporado el PRO del viejo esquema de Juntos por el Cambio. Hasta ahora, LLA es tercera minoría. Desde el lunes, será como mínimo, la segunda minoría con la boleta violeta que subsumió a PRO y el desafío de Milei de saber a qué se enfrentará en 2027.