Luego de un trabajo de inteligencia, una mujer de 77 años, residente en el barrio Aviación de la localidad de Mburucuyá, fue visitada por efectivos de la Policía Rural y Ecológica de Saladas tras una denuncia por venta y tenencia ilegal de animales de la fauna silvestre.
El procedimiento se originó tras el aviso de una guardaparque del Parque Nacional Mburucuyá, quien alertó que en esa vivienda se practicaba mascotismo y venta de animales autóctonos, lo cual se encuentra penado por la legislación.
Al llegar al domicilio, la mujer entregó voluntariamente los ejemplares que tenía en cautiverio, tratándose de un mono carayá, dos loros barranqueros, cuatro palomas torcazas, un chajá, tatú mulita y tres aguapé haso (viejas del agua).
El fiscal Osvaldo Ojeda ordenó que todos los ejemplares sean entregados a personal de Recursos Naturales para su evaluación y recuperación, sin avanzar con actuaciones judiciales.