El crimen del gendarme correntino Gustavo Elorrieta llegó a su etapa final esta semana, tras el cierre del juicio oral desarrollado en la provincia de Santa Fe. A la espera de un veredicto, la Fiscalía pidió prisión perpetua para la ex esposa de la víctima, uno de sus hijos y un tercer imputado, acusados de haber planificado y ejecutado el homicidio.
Elorrieta, segundo comandante de Gendarmería Nacional y oriundo de Corrientes, fue asesinado en julio de 2022 en la localidad santafesina de Roldán. El ataque ocurrió en una vivienda de la calle Larrea al 1200, donde residían su expareja y sus hijos adolescentes.
Durante los alegatos finales, la Fiscalía solicitó la pena máxima para Mercedes Encina Flores (50), Mario Faetani (29) y Alex Galarza (21). Fueron imputados por homicidio doloso cuádruplemente calificado: por el vínculo, por alevosía, por el concurso premeditado de más de dos personas y por codicia.
Cabe señalar que el hijo menor de la víctima, quien también habría participado del hecho, fue juzgado por el fuero de menores.
El hecho y los motivos
El caso se remonta a julio de 2022 cuando Elorrieta viajó desde Buenos Aires para visitar a sus hijos adolescentes en Roldán.
El móvil habría estado relacionado con los bienes de la víctima y el enojo de los imputados al enterarse de que estaba en pareja con otra mujer en Buenos Aires.
Según la acusación, el gendarme fue drogado y luego asesinado de golpes en la cabeza con una maza de hierro.
Después taparon el cuerpo con bolsas y las ataron a la altura del cuello y de las piernas. De esa manera, se lo llevaron hasta un aljibe de una zona rural de Roldan, donde posteriormente fue descubierto tras cuatro días de búsqueda.
Los imputados tenían planificado apropiarse de su dinero, su identidad y sus bienes a través de extracciones bancarias y solicitudes de préstamos a su nombre.
A la espera del veredicto
El tribunal, integrado por las juezas Natalia Benvenuto, María de los Ángeles Granato y Hebe Marcogliese, postergó la lectura del veredicto para el próximo lunes, tras evaluar las pruebas reunidas durante el proceso.
La investigación sostiene que el crimen fue planificado semanas antes, motivado por los conflictos familiares y económicos.