El convento franciscano ubicado en los predios de la iglesia San Francisco Solano, fue creado en 1608 y actualmente en sus pasillos cuenta con habitaciones y mobiliarios de la época, que invitan a evocar el pasado colonial y que le valió convertirse en Monumento Histórico de la Nación. En su patio interno cuenta con aljibes y sus construcciones en galería son algunas de pocas, que quedan en la ciudad.
Sus características son propias de la organización de las reducciones indigenas, como las que también se construyeron en Santa Lucía, Itatí y Santa Ana.
Según la Comisión de Monumentos Históricos de la Nación, en el convento vivieron reconocidos religiosos evangelizadores fray Luis Beltrán, San Francisco Solano y Fray José de la Quintana.
La construcción se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad, sobre la avenida Costanera y en su interior mantiene los jardines y abundante forestación, mientras que su estructura está compuesta de gruesos muros portantes de adobe, con columnas de madera, al igual que la carpintería y las rejas, la cubierta es de tejas coloniales "musleras" y entablonado de cañas tacuaras atadas con tientos de cuero, sobre tirantería de palmas.
“Es una de las grandes muestras de la cultura franciscana en Corrientes y la importancia que dicha comunidad representó para la ciudad”, señaló el cura párroco de la iglesia San Francisco Solano, Gerónimo Martina.
