Fue un acierto organizativo que la salida sea desde el corsódromo. Así lo advirtió el obispo de la Diócesis de Reconquista y asesor de la Pastoral de Juventud del NEA, Angel Macín. “Por cuestiones de logística nos tuvimos que trasladar aquí al corsódromo, que es otro símbolo del ser correntino. Para mí este es un signo que María nos invita a salir al encuentro de la cultura de los jóvenes de este tiempo”. En diálogo con El Litoral, dijo que “hay pequeños detalles que no hay que dejarlos pasar, este es uno importante”.
Sostuvo que “el corsódromo es donde se expresa parte de la cultura correntina, en Itatí se expresa otra parte de la cultura”. Reconoció que “hay muchos valores, cosas difíciles, complicadas, pero nosotros estamos para salir al encuentro de los jóvenes y recibir la vida como viene”.