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Tendamos un puente

El primer liderazgo que todos los seres humanos debemos asumir es el de nuestra propia vida. Cada uno de nosotros debería convertirse en su propio líder. Sobre todo en tiempos de crisis, donde debemos enfrentar y superar grandes desafíos. Y nadie puede hacerlo por nosotros.
 

Por El Litoral

Domingo, 10 de enero de 2021 a las 01:05

Por Bernardo Stamateas
Colaboración Especial

Una de las principales características de un líder de excelencia es la capacidad de tender puentes. Es decir, saber conectar eficazmente con los demás. Hoy más que nunca necesitamos encontrar los puntos que tenemos en común, que nos unen; no aquellas cosas que nos diferencian y nos dividen.  Cuando uno camina por la vida construyendo puentes, conecta con la gente y deja de estar centrado en uno mismo.
Egoísta no es la persona que piensa solo en sí misma, sino aquella que nunca piensa en el otro. Quienes viven enfocados en sí mismos tienen la creencia que dice que en este mundo algunos ganan y otros pierden. Entonces, buscan desesperadamente ganar siempre, aun a costa del bienestar ajeno.
En cambio, aquellos que han desarrollado el hábito de tender puentes tiene la siguiente manera de pensar: “Yo voy a ganar y vos también, porque hay suficiente para todos”. Estas personas son libres para ayudar a otros a alcanzar el éxito, porque no temen perder ni ser derrotados. 
Ellos saben que, cuando gana uno, ganamos todos. Toda vez que, sin ningún temor, somos capaces de ser puentes para quienes nos rodean, tanto conocidos como desconocidos, tenemos fruto, resultado, ganancia, abundancia.
Todo eso llega a nuestra vida por la actitud que adoptamos de enfocarnos en los demás, en lugar de hacerlo exclusivamente en nosotros mismos. Mucha gente desconoce el hecho de que “ayudar a alguien a triunfar” es un principio que siempre funciona. Somos verdaderamente grandes cuando podemos abrirles camino a los demás, de ser puentes para los demás. Una de las emociones más hermosas que podemos experimentar es la alegría de ayudar a alguien a que le vaya bien en la vida, a que descubra su propósito; y es la mejor huella que podemos dejarles a quienes vienen detrás de nosotros.

Pero, ¿qué significa exactamente ayudar a otra persona?
Aquí es importante dejar en claro que no es, de ninguna manera, sacrificarse por el otro al punto de que nos dañe. Ayudar es tender un puente para que el otro vea su sueño convertido en realidad. Y hay diversas formas de llevarlo a la práctica, pero básicamente consiste en:

• Reconocer al otro. 
• Darle mérito al otro.
• Permitir al otro ser protagonista.

Cuando nos atrevemos desinteresadamente a convertirnos en un puente para alguien, provocamos cambios de atmósferas o ambientes, y siempre, tarde o temprano, terminaremos recibiendo lo mismo que hemos dado: alguien más será un puente para nosotros cuando lo necesitemos. 
En este tiempo que transitamos tan especial, necesitamos asociarnos, no separarnos, e invertir tiempo de calidad y esfuerzo en nuestras relaciones interpersonales. Seamos el tipo de persona que es empática y se interesa por los demás, y la vida nos premiará con relaciones sanas que sumarán valor a nuestra vida.

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