El servicio secreto había cortado todas las calles de los alrededores. La caravana de camionetas negras llegó exactamente a las 19.13 horas, cuando hace rato es de noche en el otoño de Washington. De una de ellas salió el presidente Joe Biden, que se metió rápidamente en el salón privado de un restaurante de alta cocina para una cena familiar. El dueño del lugar es un argentino.
Los Biden cenaron juntos el viernes por la noche, en un encuentro convocado por Naomi, la nieta del presidente, hija de su hijo Hunter. Fue en el salón privado de “Imperfecto”, un restaurante que abrió en marzo de este año, pero que se ha convertido en referencia de la alta cocina de Washington.
“Tener al presidente fue una emoción muy grande. Que la persona más reconocida de Estados Unidos venga a comer y que su familia nos elija para celebrar es fuerte, es el reflejo del trabajo de todos los días”, dijo a Clarín Ezequiel Vázquez Ger, el argentino dueño del lugar.
Contó que la reunión para 26 personas estaba confirmada un mes y medio atrás por la nieta de Biden y solo se había hablado de la posibilidad de que viniera el presidente.
Por cuestiones de seguridad, nunca se anuncian sus movimientos privados. A las 19, Biden llegó con traje azul y corbata celeste solo, sin su esposa Jill. Saludó a los invitados y se sirvió un menú que incluía burrata, tartare de atún, risotto de vieiras, lomo con carbonara de cebolla y cochinillo español, todo preparado por un chef venezolano.
(JML)