Independiente se hizo fuerte en la adversidad, y contra todos los pronósticos sacó a relucir su mística “copera”, para empatar 2 a 2 en Brasil frente a Bahía, por la tercera fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana que encabeza con 7 unidades.
Después de la odisea vivida por una docena de integrantes de la delegación, entre ellos 8 futbolistas y el único entrenador que tenía disponible, Pedro Monzón, que fueron devueltos a la Argentina por ser “detectables” de covid-19 pese a haber sido dados de alta y aprobados por Conmebol, los que quedaron sacaron fuerzas de flaquezas e impusieron por momentos sus condiciones futbolísticas.
Sin plantear un juego de ida y vuelta sino tratando de manejar la pelota para después tratar de golpear con sorpresa, el planteo le dio réditos al Rojo hasta el cuarto de hora del complemento.
Independiente llegó por las bandas y resquebrajó a la defensa local con la habilidad de Alan Velasco. La apertura llegó a través de un penal que Jonathan Herrera transformó en el 1-0.
Al inicio del complemento, Velasco puso el 2-0, también de penal. Luego llegó el descuento de Thaciano, el empate marcado de cabeza por Luis Otavio, y el sufrimiento cuando las piernas ya flaqueaban. Cerca del final, Sosa cometió un claro penal, pero se rehizó desde los 12 pasos y se quedó con el disparo de Gilberto, para conseguir un “puntazo” en Brasil y seguir mirando desde arriba en el grupo.
La continuidad de la Sudamericana para los equipos argentinos tendrá lugar hoy. Central visitará desde las 19.15 a Huachipato de Chile, y a las 21.30 Bragantino de Brasil recibirá a Talleres.