Última semana para ver arte sacro correntino en Recoleta

Una nueva edición de la Bienal de Arte Sacro se está realizando en el Centro Cultural Recoleta (Buenos Aires), con obras de artistas de Corrientes que invitan a reflexionar sobre lo sagrado. 

Se trata de un concurso de artes visuales: dibujo, escultura, fotografía, videoarte y otras técnicas audiovisuales. En esta edición otorgaron el premio estímulo a la Virgen de Itatí realizada con barro por el artista correntino Richar de Itatí. 

Más de quinientos artistas respondieron a la convocatoria de la Bienal de Arte Sacro. En las 47 obras seleccionadas, que se exhiben en la sala del Centro Cultural Recoleta hasta el próximo fin de semana, se puede ver la diversidad con la que se aborda el tema de lo sagrado.

La curadora de la muestra, María Pimentel de Lanusse, destaca que esa diversidad de las obras se puede ver "desde ángulos a veces populares, abstractos, místicos o enraizados en la religión popular". 

"Percibir el fondo común de las tratativas de capturar y expresar lo Sagrado a través de distintas imágenes y proyecciones puede conducirnos a una visión más profunda y enriquecedora de nuestro clima vital y de la cultura que nos define", indicó Pimentel de Lanusse en su texto curatorial.

Virgen de Itatí. Instalación participativa en torno a una escultura

Está hecha en cerámica originaria, con técnica guaraní y barro recogido en la playa donde apareció la Virgen en Itatí, Corrientes: barro santo. Es una figura hueca de 1.20 de altura y manto construido con la técnica ancestral de chorizo y corrugado de los aborígenes de esas tierras, bruñido-pulido del rostro, manos y corona.

El manto cobija las velas que los visitantes quieran encender y dejar.

Capita para la virgen de Itatí, de Blas Aparecido

Es una capita en símil terciopelo celeste pastel, bordada a mano con mostacilas, canutilos y pequeñas lentejuelas recuperadas de los corsos correntinos. También tiene pequeños fragmentos de poncho guiados con hilo de lurex dorado.

"Tomo como referencia los souvenirs religiosos de los puestos en torno a la Basílica de nuestra Señora de Itatí, en particular las capas y otras piezas en los avíos del vestir de los santos. Y en la costumbre vernácula de portar en su indumento símbolos patrios en festividades vinculantes como ser el Día de la Independencia o el aniversario de la localidad o hasta cuando la selección de fútbol nacional compite en el campeonato mundial", señaló su autor.

La capita lleva en la espalda el escudo de de Corrientes, en la que se encuentran las siete puntas (salientes geográficas) que parte del nombre fundacional de la provincia "San Juan de Vera de las Siete Corrientes". Entre el medio de ellas, la Cruz de Los Milagros con fuego en su base.

Como cuenta la tradición, el milagro habla de la incombustión de la misma, ya que se encontraba a las afueras del fuerte que los españoles instalaron como base y los guaraníes interpretando que esa cruz sería su hechizo protector, la prendieron fuego.

En los detalles del acontecimiento milagroso la tradición ya no es tan unánime, pudiéndose hablar de varias tradiciones. Porque a la incombustión una tradición agrega que un rayo habría acertado y matado a los incendiarios aborígenes por lo que el resto habría interpretado una intervención divina en favor de los españoles; y en definitiva a favor de la paz. Otra tradición, en vez de un rayo, habla de un "tiro de arcabuz", el que habría sido interpretado como un rayo, procedente igualmente de la divinidad.

La desatanudos, de Julia Rossetti

"Los elementos que componen esta instalación provienen de la iconografía católica; dan cuenta de la puesta en valor de la escucha como espacio de sanación y la práctica de iluminar intenciones con velas, también recurrentes en mi crianza y hasta el día de hoy en mi vida cotidiana", explicó la autora.

"La acción estaba apoyada en la iconografía que heredé en el seno de mi familia, la devoción del Sagrado Corazón de Jesús y María y especialmente el 'detente' como escudo de protección", agregó Rossetti.