Especial Carlos Lezcano, Belén Da Costa y Eduardo Ledesma
En el marco de la Exposición Rural de Corrientes recientemente realizada varios sectores productivos estuvieron presentes para mostrar el actual estado de sus actividades. Uno de los protagonistas fue el arrocero.
Uno de los disertantes en del área de arroz fue Agustín Castillo que es Ingeniero Agrónomo Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de Buenos Aires (1992 / 1998) y Magister en Desarrollo de Zonas Áridas y Semiáridas (en curso ) por Facultad de Cs Naturales, Universidad Nacional de Salta. Tiene un larga experiencia laboral
Es asesor privado (2013 / Actualidad) TRC Trading Group – Asesor de originación y logística de arroz en Sudamérica.
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Una de las ideas es que el arroz no es una cosa, sino un portfolio de productos. ¿Querés desarrollar eso?
Siempre digo que cuando se dice "el arroz" en realidad estamos hablando de un portfolio de productos porque tenemos un gran abanico que va desde el arroz en cáscara que sale del campo, el arroz integral, que es sólo descascarado, el arroz blanco, y finalmente los subproductos de lo molinería, como los quebrados o el afrechillo. Pero además no hay un solo tipo de arroz. El que más se produce en el mundo, y en Argentina, es el largo fino pero también está el largo ancho, los arroces cortos típicos para los risottos, los medicanos como el Calrose que se hace en California, el Fragrance de Tailandia o el basmati de la India. Entonces, cuando hablamos de “el arroz” nos referimos a una cantidad enorme de productos y subproductos, que tienen sus propios mercados.
¿Cuál es la situación de Corrientes y cuáles son los mercados de lo producido acá?
Corrientes es la principal provincia productora argentina. En las últimas décadas el arroz fue subiendo de Entre Ríos hacia Corrientes, aumentando su superficie significativamente. Corrientes ha ido perfeccionando su tecnología productiva logrando consolidar a productores de punta, pero también se ha ido tecnificando en términos industriales con molinos de primera línea. La provincia produce fundamentalmente arroz largo fino y, además de abastecer fuertemente al mercado interno, se exporta mucho a Europa arroz integral y a Chile arroz blanco merced también a un buen entendimiento entre vendedores argentinos y compradores chilenos con una logística muy perfeccionada. Con estas dinámicas hemos logrado reducir significativamente la histórica dependencia que teníamos con Brasil.
¿Qué rige el precio del arroz?
El precio del arroz está definido por factores locales e internacionales. Aproximadamente el 40% del arroz que producimos en Argentina se exporta, por tanto, la incidencia de los mercados externos es inevitable. El mercado del arroz a nivel mundial tiene características distintivas. Hay bolsas de comercio granos que tienen incidencia global. Caso típico es la soja. Escuchamos que en Chicago la soja bajó y que eso repercute en el precio de Rosario. El arroz también cotiza en la bolsa de Chicago, pero su valor como referencia apenas sirve para Estados Unidos, y con grandes limitaciones. De hecho tampoco se logra reflejar en sus precios de exportación. Hay una bolsas en Tailandia, en San Pablo. Sin embargo estas, por distintas limitantes, no logran reflejar lo que efectivamente cotiza el mercado físico, porque finalmente, el mercado de arroz es muy de físico, muy de oferta y demanda concreta, no de contratos en bolsas. Y posiblemente prevalece la cuestión del físico porque, al fin y al cabo, el arroz es comida. En el 2020, durante la pandemia, mucha gente temió por la falta de alimentos. Fue así que las compras de arroz se dispararon en todo el mundo. De Brasil y Paraguay se exportó muchos barcos de arroz en cáscara para México y Centroamérica porque la población de esos países percibía que no iba a faltar abastecimiento. Así los precios fueron subiendo sostenidamente. Entonces si queremos prever el precio del arroz en Argentina tenemos que ver escaladamente la prospectiva de físico en el Mercosur, luego en Estados Unidos y después en Asia. Analizando esta progresión geográfica tal vez podramos acercarnos más a lo que puede suceder.
¿Cómo prevemos que van a ser los próximos meses de físicos de arroz?
En toda la región habrá incrementos en la superficie sembrada de arroz, inclusive en Corrientes. Hay una combinación de factores que lo alientan. La principal es el precio de los últimos meses lo que, sumado a condiciones climáticas favorables, brinda una combinación perfecta para tener una campaña de mucha producción en todo el Mercosur.
¿En términos tecnológicos, estamos por encima de algunas provincias?
En algunos aspectos sí y en otros no tanto. Siempre hay cosas por mejorar. Por ejemplo, los rendimientos promedio de la provincia.
¿Podemos mejorar los rendimientos, la productividad por hectárea?
Indudablemente sí, tanto a nivel provincial como nacional. Los rendimientos en casi todo el mundo han ido aumentando. La tecnología, de la que hablábamos, permite usar mejor los recursos y aumentar la productividad. No es necesariamente usar más insumos, a veces es hacer un uso eficiente de ellos. Otras veces las limitantes son operativas, de manejo, etc. y no necesariamente climáticas o de suelos. Ahora que impera el tema de medio ambiente y se plantea el tema del agua, incluso con la hipótesis de mercados de agua, el arroz usa más agua que otros cultivos. Entonces es necesario hacer un uso eficiente de los recursos. La tecnologías están, pero a veces tienen que ser adaptadas o ajustadas.
¿Y de qué hablamos cuando hablamos de tecnología?
Estamos básicamente hablando de usar mejor el riego, los fertilizantes, de manejo agronómicos, incorporación de variedades. La gente de INTA presentó hace unos días dos variedades nuevas. Eso es tecnología. Esto es un gran aporte para la comunidad arrocera. Tecnología no es solamente una computadora, es también por ejemplo el manejo del cultivo. Otro ejemplo, hoy contamos con tecnologías ligadas al uso de imágenes satelitales que evalúan aspectos ligados a la ecofisiología de los cultivos, lo que en el arroz es fundamental. Incorporar estas tecnologías podrían impactar en mayores rendimientos. Para tener en cuenta, el promedio de Uruguay está alrededor de los 9.000 kilos por hectárea. En Argentina rozamos los 7.000. La diferencia es significativa.
El productor arrocero está abierto a estos cambios? ¿Le cuesta? O es una cuestión de dinero?
Es una combinación de todo eso. El productor arrocero está abierto. Pero a veces cuesta plata y tiempo. Y cuando vos estás en la operativa diaria del campo, y viendo cómo vienen tus números y… es bravo. Muchas veces dicen la culpa, de una forma simplista, el productor no quiere. No es que no quiere, muchas veces no puede, porque está limitado en sus tiempos. Por ejemplo, tener un asesor que te visite con mayor frecuencia cuesta. En esa línea, necesitamos más asesores y estar más integrados con las universidades. En esto el papel del Estado es importante.
¿Cuál es el productor de arroz más eficiente del mundo?
Argentina está dentro de los más eficientes. Somos eficientes con todas la limitantes que tenemos. El sector arrocero y el productor agropecuario argentino en general es eficiente, y me permito este concepto: Argentina es un país sumamente verde. En general usamos menos insumos. Y sumado a esto con poco logramos arreglar mucho. Es lo que nos pasa en la vida diaria. Reparamos el auto nosotros y logramos hacer que las cosas duren más. Eso nos pasa en el campo también. Ahora bien, podemos mejorar, sin dudas y podemos estar a la altura de los 10.000 kilos por hectárea. Hay productores hoy en Corriente que cosechan más de 9.000 kilos. Debemos interactuar más con esos productores de punta.
Una idea que desarrollaste en Corrientes: una que la ventaja comparativa no es necesariamente la competitiva. ¿Por qué?
Argentina tiene una pampa húmeda, eso es una ventaja comparativa con otros países, pero eso no te convierte automáticamente en un excelente productor. Para eso tenés que generar condiciones para ser competitivo. Brasil, hace algunos años, tenía como objetivo producir 100 millones de toneladas granos. Hoy ya está en las 200 millones de toneladas porque supo crear un ambiente para la expansión del sistema agropecuario. Así generó un ecosistema que permitió que los productores crecieran en superficie, en tecnología, en financiamiento. Entonces, a pesar de que no tienen pampas húmedas, salvo la gaúcha que más se nos parece, Brasil creció y se hizo competitivo.
La otra idea. Necesitamos nuevos productores, no solamente herederos. Esto abre una ventana al futuro.
Absolutamente. Necesitamos un ecosistema de productores cada vez más diverso. Es decir que haya productores históricos, herederos de ellos, que haya compañías, que haya pooles de jóvenes agrónomos que juntan fondos para producir. Necesitamos un ecosistema productivo arrocero que sea diverso y dinámico. Al generar riqueza en el ecosistema se puede generar oportunidades para que tengamos más productores.